■ Ceden a Tv Azteca derechos de transmisión de mensaje papal

Cierran la Catedral para celebrar reunión juvenil

■ Poca atención de universitarios mexicanos a palabras del cardenal Rivera

Carolina Gómez Mena

A poco más de tres meses de que fue reabierta la Catedral Metropolitana, ayer nuevamente estuvo cerrada por cuatro horas, pero esta vez el motivo no fue una agresión, sino la realización de un encuentro con universitarios católicos y su transmisión y enlace con nueve naciones más. La reunión estuvo encabezada desde el Vaticano por el papa Benedicto XVI y los derechos en México le fueron otorgados a Televisión Azteca, pues la emisora sufragó todos los gastos de la difusión.

Esta acción orilló a que el cardenal Norberto Rivera Carrera, durante su breve mensaje, además de agradecer al Papa y a los jóvenes universitarios –algunos de los cuales abandonaron el templo antes de su alocución–, expresara un “especial reconocimiento a Ricardo Salinas Pliego por su generosidad, y a todos sus colaboradores, ya que hicieron posible, a través de la tecnología actual, que estuviéramos unidos con muchas iglesias”.

El hecho de que la televisora del Ajusco haya costeado la transmisión también generó que a los medios de comunicación televisivos invitados al acto no se les dejara ingresar con sus cámaras, sino hasta que el Papa dio su mensaje y luego lo hiciera Norberto Rivera, y también provocó que las imágenes emitidas por diversas pantallas colocadas en la catedral ostentaran el logo de la televisora.

Al respecto, Armando Ortiz Gómez, abogado de la Catedral Metropolitana y presidente del Colegio de Abogados Católicos, dijo que Tv Azteca tuvo la exclusividad de la transmisión “porque ellos la pagaron, pero no es un pago que hayan hecho a la arquidiócesis o que hayamos vendido los derechos, sino que ellos absorbieron el costo financiero del satélite y la transmisión de cuatro horas”.

En el encuentro, denominado Jornada de Universitarios con el papa Benedicto XVI, en el cual el pontífice entregó su encíclica Spe Salvi, estuvieron enlazadas diez naciones (Brasil, Francia, Rumania, México, Cuba, Ecuador, Bielorrusia, Italia, España y Estados Unidos).

Al encabezar la séptima reunión de universitarios, antes de la 23 Jornada de la Juventud, que se realizará en Sydney, Australia, el Papa hizo hincapié en que los jóvenes deben ser los constructores de la “civilización del amor” y les recordó que siempre han sido importantes en la historia como portadores del Evangelio.

Luego del mensaje papal, e incluso antes de que diera la bendición y antes de las palabras de Norberto Rivera, algunos de los jóvenes, pertenecientes a universidades tales como la Iberoamericana, La Salle, Motolinía, Panamericana, Pontificia de México y Tepeyac, comenzaron a abandonar el recinto, pero no todos pudieron salir porque fueron cerradas las puertas por personal de vigilancia.