Exhortan a Zavaleta a defender laicidad del Estado
La actual legislatura de la Cámara de Diputados debe fortalecer la laicidad del Estado, porque así ayudará a consolidar la pluralidad de las religiones en el país y de las posiciones fundamentadas en creencias y dogmas, puntualizaron legisladoras federales y organizaciones pro derechos de la mujer.
Ante las “insistentes” pretensiones de la Iglesia católica de modificar la Constitución, que los religiosos puedan postularse a cargos de representación popular y ser propietarios de medios de información, las diputadas federales Marisela Contreras y Elsa Conde, y Católicas por el Derecho a Decidir, consideraron que de ocurrir esas enmiendas el país padecería un grave retroceso.
Se pronunciaron en favor de debatir el tema, “porque es importante que la ciudadanía esté muy clara de que México tiene una tradición laica, donde hay una clara separación de la religión de todo lo que tiene que ver con el Estado”, que es lo que caracteriza a un Estado “moderno y democrático”.
En sendas entrevistas coincidieron en que el respaldo a la participación de curas en política, expresado por la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, son declaraciones “desafortunadas”, que “se respetan”, porque las hizo “a título personal” y como parte de los “protagonismos” que ha tenido desde que asumió esa función legislativa.
Sin embargo, la convocaron a que en su calidad de representante popular asuma los compromisos de su partido en la defensa de la laicidad del Estado, porque “nos parece delicado (sus declaraciones) porque para los obispos es una oportunidad de seguir insistiendo sobre su propuesta de reforma del Estado en materia de libertad religiosa”.
La diputada de Alternativa Elsa Conde (quien en noviembre de 2007 presentó una iniciativa para elevar a rango constitucional el carácter laico del Estado) expuso que en el marco de las reformas del Estado la presente legislatura está obligada a fortalecer la laicidad y con ello dejar muy clara la definición de la autonomía entre el carácter político y el público de los servidores públicos y lo que son los servicios de culto y las religiones.
Precisó que el culto católico “es un oficio basado en creencias y dogmas. Pensamos que en política debe prevalecer la pluralidad de puntos de vista, pero todo fundamentado en una comunicación argumentativa y con razones muy claras que todo mundo pueda entender y no (interpretar) mediante dogmas ni pensamiento religiosos, que son muy respetables, pero que definitivamente no tienen que ver con lo político sino con lo religioso”.