Usted está aquí: domingo 24 de febrero de 2008 Economía “Crítica” situación de jóvenes en AL para encontrar empleo

Tiene la mayor desocupación mundial: Cepal y ONU

“Crítica” situación de jóvenes en AL para encontrar empleo

Susana González G.

Ampliar la imagen La mitad de los 195 millones de desocupados en el mundo son jóvenes, afirma Naciones Unidas. En la imagen, una feria del empleo en la ciudad de México La mitad de los 195 millones de desocupados en el mundo son jóvenes, afirma Naciones Unidas. En la imagen, una feria del empleo en la ciudad de México Foto: Yazmín Ortega

Consecuencia del deterioro del mercado laboral en América Latina, los jóvenes de la región enfrentan una situación “crítica” para encontrar trabajo, al grado que pocos de los llamados Objetivos de desarrollo del milenio registraron “un desempeño tan deficiente como la generación de empleo juvenil digno y productivo” en 2007, advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Ni siquiera las transformaciones económicas y tecnológicas en curso, que caracterizan al mundo globalizado y que llegó a pensarse iban a favorecer a las nuevas generaciones porque les dan ventaja frente a los trabajadores de más edad, han servido para mejorar tanto la inserción de los jóvenes en el mercado laboral como sus condiciones de trabajo, pues “la tasa de desempleo juvenil duplica con creces la de adultos”. Incluso se ha elevado “la desocupación académica”, es decir, la de los jóvenes más preparados, revela el organismo regional en una investigación sobre el tema.

A su vez, el más reciente informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los Objetivos del milenio, que desde principios de este siglo se comprometieron a alcanzar todos los países miembros del organismo antes de 2015, precisa que la mitad de los 195 millones de desempleados en el mundo son jóvenes y la probabilidad de desocupación es tres veces mayor respecto de los adultos.

“La cantidad aumentó de 74 a 86 millones entre 1996 y 2006. En este último año el desempleo juvenil alcanzó 13.6 por ciento, en comparación con la tasa de los adultos de 4.4 por ciento”, indica el informe de la ONU sobre el avance de las 16 metas que integran los ocho Objetivos de desarrollo del milenio, enfocados a fomentar el desarrollo en el mundo y abatir pobreza, hambre, sida, mortalidad, enfermedades maternales, contaminación y desigualdad de género.

Si la cifra de desempleo juvenil es elevada a escala mundial, crece más en el caso de América Latina y el Caribe, pues se ubicó en 16 por ciento en 2006, último año del que la ONU tiene registro, lo cual implica que aumentó un punto porcentual respecto de 1996. La desocupación entre los jóvenes latinoamericanos también es superior a la que se registra en cuatro de las 10 regiones en que Naciones Unidas divide el mundo: Asia meridional, que tiene una tasa de 11 por ciento; Asia oriental, 7 por ciento, lo mismo que Oceanía, así como las regiones desarrolladas, que registran 13 por ciento.

No obstante, la falta de trabajo no es el único problema que enfrentan los jóvenes, ya que aun aquellos que han logrado ingresar al mercado laboral “trabajan jornadas inaceptablemente largas y con acuerdos de trabajo discontinuos e inseguros, que se caracterizan por baja productividad, exiguos ingresos, protección reducida y derechos mermados”, apunta la organización.

Coincidente con dichas observaciones, el análisis de la Cepal, elaborado por Jüergen Weller, oficial de asuntos económicos de la unidad de análisis macroeconómico del organismo, advierte que los puestos para los jóvenes se caracterizan por “mayor inestabilidad” y precariedad, situación que se agrava en el caso de las mujeres, todo debido a que las antiguas previsiones y mecanismos de protección han perdido gran parte de su capacidad regulatoria en la zona.

Si bien la Cepal destaca que el desempleo aumentó para todos los grupos sociales, “de manera que el juvenil fue más reflejo del deterioro general de los mercados de trabajo de la región que de aspectos específicos que afectaran a los jóvenes”, hace notar que se elevó más la desocupación entre los que tienen mayor nivel educativo.

A principios de esta década, refirió, la tasa de desempleo juvenil fue de 30 por ciento en el primer quintil, es decir, entre el segmento más pobre, lo cual significó que fue “más del triple de la que registró el quinto quintil”. Sin embargo, en el periodo reciente los jóvenes del quintil decimoquinto (la población más rica) “experimentaron el mayor aumento proporcional de la tasa de desempleo, posiblemente como consecuencia del mayor desempleo académico”.

 
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