Tarcisio Bertone visitará la isla la próxima semana
Cuba, dispuesta a discutir de todo con el secretario de Estado del Vaticano
La Habana, 13 de febrero. El gobierno cubano se dijo hoy abierto a discutir “todos los temas” con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, quien iniciará la semana próxima la visita más importante de un dignatario católico a Cuba, desde el viaje del papa Juan Pablo II, hace una década.
Bertone estará en la isla del 20 al 26 de febrero próximos y tiene previsto oficiar misa al aire libre aquí, en la plaza de la Catedral, en la periferia de Santa Clara (centro) y en Guantánamo (oriente), visitar el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre (oriente), dictar una conferencia en la Universidad de La Habana y entrevistarse con el presidente interino, Raúl Castro.
La visita muestra “las excelentes relaciones” y la comunicación “fluida, cordial y respetuosa” entre Cuba y la Santa Sede, así como la “comunicación fluida y respetuosa” entre el Estado y la Iglesia católica en la isla, dijo el canciller Felipe Pérez Roque.
En una aparición desacostumbrada en la televisión, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, dijo que la visita será una conmemoración del viaje de Juan Pablo II, que “dejó una presencia más viva de la Iglesia católica en la realidad cubana, y unas relaciones siempre más cercanas entre la Iglesia, la sociedad y el Estado cubanos”.
Pérez Roque dijo que el tipo de diálogo que habrá con Bertone no será de excepción, sino parte del “contacto estable” con la Iglesia católica, pero precisó que “nadie nos ha pedido concesiones: es una palabra que los revolucionarios cubanos realmente hemos borrado de nuestro diccionario”.
El ministro estimó que hay “avances sostenidos indiscutibles” en la “comunicación” entre la Iglesia católica y el Estado, entre los cuales citó la construcción de un nuevo seminario, en el extremo este de La Habana, reparación de templos y proyectos de cooperación en obras sociales, aunque reconoció que “queda, lógicamente, mucho por avanzar”, por lo cual las autoridades buscan garantizar según la ley las “condiciones más amplias para el ejercicio de la labor pastoral” de esa confesión.
En la Iglesia católica cubana se considera comúnmente a la visita de Juan Pablo II como un impulso decisivo en la mejoría del diálogo con el gobierno, después de décadas en las que se alternaron el congelamiento de relaciones y la tensión abierta.
Pero al mismo tiempo persiste la visión de que el Estado laico, adoptado en la Constitución en la década pasada, al abandonarse el ateísmo oficial, no consiste sólo en evitar privilegios a una o varias confesiones, sino principalmente en la eliminación de obstáculos a la práctica religiosa.
La Iglesia católica entiende como un avance en su situación en Cuba la celeridad con que se conceden los permisos para el ingreso de personal extranjero desde hace unos dos años, una autorización creciente de procesiones y un aumento en las intervenciones radiales de los obispos en festividades religiosas.
Pero al mismo tiempo señala que todo eso ocurre a base de permisos en cada caso, y no como quisieran los obispos: una práctica institucional, de acuerdo a reglas precisas.
Bertone es el primer secretario de Estado del Vaticano que viene a Cuba en una gira individual, desde la que hizo en la década de los setenta el cardenal Agostino Casaroli.
Según un programa preliminar, Bertone se reunirá con los obispos y religiosos, visitará el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, el monasterio de las monjas de clausura carmelitas descalzas y dominicas, la sede de las salesianas y la Escuela Latinoamericana de Medicina; inaugurará un monumento a Juan Pablo II en Santa Clara, sostendrá una sesión de trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores y ofrecerá una cena oficial.