El documental retrata la tortura en Abu Ghraib, Bagram y Guantánamo
Esperamos que este sea el fin de un tiempo oscuro para EU: Eva Orner
Hay tantas cosas mal: la guerra, el medio ambiente y la economía; el daño está hecho
Ampliar la imagen Eva Orner habla sobre Taxi al lado oscuro que se exhibirá en la gira Ambulante 2008 Foto: Carlos Cisneros
“Hay una luz”. Con estas palabras culmina la entrevista con Eva Orner, productora de Taxi to the dark side (Taxi al lado oscuro), y son quizá, las que mejor reflejan su sentir sobre el Estados Unidos actual.
“Lo que hoy ocurre en Estados Unidos es muy emocionante. Estaba en Los Ángeles el martes pasado (el supermartes), y creo que hubo la mayor participación electoral desde tiempos de Nixon. La gente está emocionada, los jóvenes están votando. Todos están enojados por la guerra, la tortura, el medio ambiente, la economía”, dijo Orner, originaria de Australia y radicada en Nueva York.
Hace dos años y medio, cuando comenzaron a hacer Taxi al lado oscuro, nominado al Óscar, “era de verdad un periodo oscuro. Todavía no salimos, va a tomar años para que –esperemos– los demócratas arreglen el daño hecho”.
Una parte fundamental de este daño es retratada en el documental: la tortura llevada a cabo en centros de detención (Abu Ghraib, Bagram, Guantánamo) con anuencia de la Casa Blanca.
Taxi al lado oscuro contiene material nunca antes visto. “Alex (Gibney, el director) tiene muy buena reputación, la gente confía en él, así que nos dieron cosas que se supone que no debían tener, y obtuvieron cosas clasificadas”. Además, Gibney filmó en Bagram (Afganistán) y Guantánamo.
Orner siguió: “No me hago ilusiones de que los documentales pueden cambiar el mundo, pero espero que haga enojar a alguien, despierte diálogos. Al menos reconoce un tema, lo enfoca y le da una plataforma. Lo que la gente haga con eso está en sus manos, pero al menos es un intento por hacer un cambio, no sé qué tan grande, pero sí creo que hay un inmenso valor ahí”.
Registro histórico
Valor que reconoce el crítico de cine A.O. Scott, de The New York Times: “Si alguna vez la historia reciente va a ser debatida con la necesaria claridad y rigor ético, esta cinta será esencial”.
Al respecto, comentó Orner: “Mientras hacíamos la película, una de nuestras preocupaciones era que qué tal si cuando saliera ya no fuera relevante. ¡Estábamos soñando! Se ha vuelto hasta más relevante y en 20 años será un registro de lo que pasó, cuando nuestros hijos digan, ¿qué fue lo que sucedió?”
–Se preguntarán qué fue lo que pasó en la que se llama a sí misma la mayor democracia del mundo.
–La cinta apunta el dedo a (Alberto) Gonzáles, (Dick) Cheney, (George W.) Bush y, en esencia, dice que fueron criminales de guerra: comenzaron guerras con información falsa, rompieron la Convención de Ginebra, tienen abogados que trabajan en oscuros rincones, cambiando el significado de la legislación para poder manipular las cosas. Esperemos que éste sea el fin de un tiempo increíblemente oscuro para Estados Unidos. El país está lleno de gente buena a la que le importa. Y mientras más pronto se acabe esto, Estados Unidos podrá regresar a su carril, para ser el país que debería de ser, pero va a tomar mucho tiempo porque el daño está hecho.
–Y, ¿por qué habrá permitido el pueblo estadunidense que llegara hasta aquí?
–La gente ya no sale a las calles. En las elecciones de 2000, Bush no ganó, se robó las elecciones y no pasó nada, y este es el resultado. ¿Por qué no estaba todo mundo en la calle? ¿Por qué no lo pararon?
“Hasta que ahora, al parecer, quieren un cambio verdadero.”
Furor por el cambio
“Hay tantas cosas mal con Estados Unidos (la guerra, la tortura, el racismo, el sistema de salud...), pero al final debe y puede ser un gran país, y esperemos que en los próximos años el daño que fue infligido comience a revertirse. Bajamos por una pendiente resbalosa y tomará tiempo reparar el daño, pero una nueva administración lo podría hacer. Las cosas ocurren en ciclos, y este será un tiempo que, con el paso del tiempo, miraremos con vergüenza y horror. La Convención de Ginebra se respetará y esperemos que haya transparencia y honestidad en esta administración, al menos hasta cierto grado”, dijo Orner.
–¿Con Obama o Clinton?, ¿con cualquiera?
–No soy ciudadana estadunidense, pero veo que hay un enorme furor por Obama. Creo que Clinton y Obama vienen de lugares distintos, pero sus políticas son similares. No creo que nos pueda ir mal con alguno de los dos. Personalmente, estoy con Obama. Definitivamente es emocionante, hay una energía que no había visto en mucho tiempo. Había una sensación de aplastante pérdida de esperanza, y ahora hay una luz.