La SEP reconoce la educación prescolar que imparten, pero no les proporciona recursos
Centros de Desarrollo Infantil de Tláhuac, olvidados por el gobierno federal: Batres
Demuestra que la obligatoriedad de la enseñanza sólo está en el texto constitucional, acusa
La Secretaría de Educación Pública (SEP) los tiene catalogados como centros de trabajo, lo que acredita la educación prescolar que imparten; sin embargo, los 10 centros de Desarrollo Infantil Comunitario de la delegación Tláhuac, en los cuales se atiende a hijos de madres solteras y trabajadoras, sobreviven desde hace 22 años de las “cuotas de recuperación” que reciben de las mujeres beneficiadas y el apoyo de algunas organizaciones de asistencia privada.
Situaciones como ésta, dijo el secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal, Martí Batres Guadarrama, demuestran que la obligatoriedad de la educación prescolar sólo está en el texto constitucional, porque “hasta ahora el Estado no ha dispuesto los instrumentos presupuestales y de infraestructura necesarios para cumplir” con ese mandato.
“La SEP dice que somos escuelas particulares porque trabajamos en nuestras casas, pero no es así porque nosotras lo que hacemos es dar un apoyo a familias de muy escasos recursos”, explicó María del Carmen Chavarría Chabolla, coordinadora del centro Topiltzin, de San Juan Ixtayopan.
Se trata de centros ubicados en pueblos como San Juan Ixtayopan, Tláhuac, Zapotitlan y Tlaltenco, que, además de dar servicio de guardería y educación prescolar a por lo menos 600 hijos de madres trabajadoras y solteras, también ofrecen talleres de manualidades, que tienen como propósito dar una alternativa de trabajo a esas mujeres, todo sin que las educadoras reciban remuneración o apoyo económico de alguna instancia de gobierno.
Con una jornada laboral que va de siete de la mañana a seis de la tarde, de lunes a viernes, quienes laboran en estos centros, mujeres de las mismas comunidades que estudian y toman cursos de actualización para dar el servicio, subsisten sólo con las cuotas de recuperación de 10 pesos diarios que pagan las madres beneficiadas o la ayuda en especie de algunas asociaciones, como la Fundación de Apoyo Infantil.
Apoyos externos
En los centros de Desarrollo Infantil Comunitario, además de la educación prescolar, se ofrecen a los niños alimentos y servicios de salud; también llevan y recogen en la escuela niños mayores de seis años que ya van a la primaria, como apoyo a las madres que por su trabajo no pueden hacerlo.
La educación prescolar que ofrecen está reconocida por la SEP, que les otorgó la clave de centro de trabajo; sin embargo, los únicos apoyos que tienen de la dependencia federal son tres becas de mil 300 pesos mensuales a dos educadoras o “madres comunitarias”, en tres de los centros de Desarrollo Infantil, señaló Reina Jiménez.
La dependencia federal supervisa constantemente que el sistema “pedagógico que utilizamos sea el establecido por la SEP, además de que nos dan cursos de capacitación, o sea que el gobierno nos toma en cuenta cualitativa, pero no cuantitativamente, porque sabe que existimos, sabe de nuestras cualidades, pero no nos incluye en algún esquema de gobierno”, agregó Chavarría Chabolla.
Aunque la educación básica en el DF la controla el gobierno federal, el secretario de Desarrollo Social capitalino se comprometió a apoyar estos centros de manera “externa” en los proyectos que presenten, material didáctico, infraestructura sencilla, instalación de juegos infantiles en parques cercanos.
Sin embargo, el funcionario hizo un llamado a los diversos órganos del Estado para que en los hechos la educación prescolar sea realmente obligatoria, “hasta ahora sólo está en la Constitución, porque millones de niños no tienen adonde acudir, pues no hay educadoras ni escuelas suficientes”, indicó Batres Guadarrama.