La parte acusadora ya reconoció que no es el culpable
Seropositivo fue encarcelado sin razón y no recibe tratamiento
Lázaro López López tiene VIH-sida y tuvo que suspender su tratamiento médico desde el pasado 11 de noviembre cuando fue aprehendido y dos días después trasladado al penal de Pichucalco, Chiapas, acusado de violación en contra de una menor, la que, sin embargo, ya declaró que su agresor fue otra persona.
El problema para Lázaro es que lleva el mismo nombre del presunto violador, quien vive en el ejido Viejo Nicapa, de Pichucalco, y hasta ahora sigue en libertad.
Por la comisión del ilícito se inició la demanda penal número 343-A/2007 y la 536-B/2004 por el delito de lesiones calificadas cometidas en contra del señor Jesús Manuel Sánchez Ramos, también vecino de Viejo Nicapa.
De nada valieron los argumentos de Lázaro, inclusive de que nunca había estado en Pichucalco. La autoridad policiaca ordenó su traslado a aquella localidad, donde ahora se encuentra recluido.
Desde el 14 de noviembre se realizó la diligencia en la que la menor y su madre comparecieron ante la juez de primera instancia penal y aseguraron que Lázaro no era el agresor. Dijeron que el verdadero responsable, también de nombre Lázaro López López, vive en el ejido Viejo Nicapa, tiene alrededor de 40 años y le faltan dientes. El testimonio de las mujeres resultó insuficiente para liberar al seropositivo, pues todavía se requiere que acuda a declarar el señor Jesús Manuel Sánchez Ramos, actor en la otra causa penal.
Los padres del joven detenido han recurrido a diferentes instancias, sin que hasta la fecha hayan obtenido alguna respuesta. El pasado 18 de noviembre, Lázaro presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del estado, pero hasta la fecha el organismo no ha dado ninguna respuesta y tampoco ha proporcionado algún tipo de apoyo a los familiares de Lázaro.