El ex premier y líder opositor Nawaz Sharif pide la renuncia de Pervez Musharraf

Benazir Bhutto, ultimada al término de un mitin; su asesino se suicida

Disturbios y manifestaciones de repudio al gobierno de facto en las principales ciudades de Pakistán

El gobernante paquistaní condena el crimen y promete eliminar a terroristas; decreta tres días de luto

Dpa, Afp y Reuters

Islamabad, 27 de diciembre. Benazir Bhutto, líder de la principal organización política de la oposición en Pakistán, el Partido Popular Paquistaní (PPP), fue asesinada hoy al término de un mitin electoral en Riwalpindi, al norte del país, cuando un hombre le disparó y luego se voló por los aires matando a 20 personas. El incidente ocurrió a sólo 15 días de las elecciones legislativas y provinciales del 8 de enero.

La noticia de la muerte de Bhutto provocó disturbios y manifestaciones antigubernamentales en varias ciudades. El gobierno decretó tres días de duelo.

Mientras, Nawaz Sharif, ex primer ministro y dirigente opositor, demandó que el presidente de facto, Pervez Musharraf, debe renunciar inmediatamente para “salvar a Pakistán”, y llamó a una huelga en todo el país.

El avión con el cadáver de Bhutto aterrizó en las primeras horas de este viernes en la ciudad de Sukkur, antes de que sea enterrado en el panteón familiar del cementerio Garhi Khuda Bakhsh, cerca de Larkana.

Su marido, Asif Zarzari, quien se trasladó desde Dubai a Islamabad, y los tres hijos de la pareja viajaron en el mismo avión que transportó el cuerpo de Bhutto.

Musharraf condenó el asesinato y señaló que se trató de la obra de terroristas y prometió que no descansará hasta eliminarlos.

“Estoy profundamente apenado y lo condeno enérgicamente. Siempre dije que la mayor amenaza a la nación paquistaní son estos terroristas”, agregó el gobernante, poco antes de decretar tres días de luto nacional.

El atentado se produjo cuando Bhutto se desplazaba desde la tribuna –después de encabezar un multitudinario mitin electoral– hacia su vehículo, precisó su vocero, Farhatullah Babar.

La ex primera ministra perdió la vida por una herida de bala en el cuello, informó el Ministerio del Interior paquistaní.

Babar declaró a la televisora estatal PTV que el suicida disparó primero varias veces contra el automóvil Range Rover blanco de Bhutto, antes de hacerse estallar cuando el convoy de la dirigente política abandonaba el mitin. La explosión dejó 22 muertos y 56 heridos, indicaron fuentes médicas, incluido el atacante.

“Hubo una explosión enorme y luego vi partes de cuerpos que volaban”, explicó Mirza Fahin, profesor de un colegio. “Cuando el polvo desapareció, vi cuerpos mutilados bañados en sangre. Nunca vi nada tan horrible: trozos de personas, carne”, añadió.

Gravemente herida, la dirigente opositora paquistaní fue trasladada a un hospital, donde falleció poco después.

Babar indicó que la lideresa opositora dio “su vida por el pueblo de Pakistán de la misma manera que lo hizo su padre”.

En los días anteriores a su muerte, Bhutto denunció que elementos dentro del gobierno de Musharraf y los servicios secretos que simpatizaban con extremistas islámicos tramaban su asesinato.

Un día antes, Bhutto mencionó que decenas de atentados suicidas se habían extendido como una plaga en Pakistán durante 2007. “No les tememos. Pese a sus tácticas represivas seguiremos nuestro camino, en la senda de la verdad. Sólo tememos a Dios”, dijo.

El pasado 18 de octubre, sólo horas después de su regreso tras un autoexilio de ocho años, más de 140 personas murieron en Karachi en un atentado suicida contra el convoy de vehículos en el que se desplazaba Bhutto.

Disturbios y caos bursátil

La policía paquistaní dispersó a porrazos y gases lacrimógenos a más de 100 manifestantes que protestaban en Peshawar, al noroeste del país, por el asesinato.

Más de un centenar de partidarios de Bhutto bloquearon la principal avenida de la ciudad e incendiaron paneles publicitarios mientras gritaban consignas contra Musharraf. Una comisaría de policía fue atacada a pedradas, así como varios coches particulares.

En la sureña ciudad portuaria de Karachi, feudo político de Bhutto, las tiendas cerraron y los manifestantes cortaron vías y quemaron neumáticos. También hubo protestas en la central Multan, donde un centenar de simpatizantes del PPP de Bhutto quemaron neumáticos y cortaron el tráfico. Los comerciantes locales decretaron tres días de duelo.

Además, el principal tribunal y otro edificio oficial fueron incendiados este jueves en Jacobabad, la ciudad del primer ministro interino paquistaní, al sur de Pakistán.

Una multitud de paquistaníes también prendió fuego a varios comercios, algunos de Mohammedmian Soomro, jefe de gobierno, nombrado el 16 de noviembre por Musharraf al frente de un gabinete de transición encargado de organizar las elecciones legislativas del 8 de enero próximo.

Producto de la represión, 10 paquistaníes murieron en todo el país durante las manifestaciones.

A todo esto, la Bolsa de Valores de Nueva York cerró hoy a la baja, luego del asesinato de Bhutto y de la publicación de indicadores decepcionantes. Por su parte, el Dow Jones perdió 1.42 por ciento y el Nasdaq 1.75.

Los precios mundiales del petróleo registraron un alza de más de 97 dólares el barril, tras el atentado contra la ex primera ministra; asimismo, el oro avanzó a un máximo de un mes, impulsado por las compras registradas tras la noticia de la muerte de Bhutto. El oro al contado –usualmente visto como un refugio seguro– subió 830 dólares la onza, frente a los 823 del miércoles.