Astillero
¿Día? ¡Año de los inocentes!
Déficit nacional de sorpresas e ingenuidades
Aguas rojas de Oaxaca: San Andrés Huayapam
De Tenerife: ¡salvación a curas pederastas!
Hasta eso nos han ido quitando los guionistas de la triste carpa nacional llamada La política: por más esfuerzos de ingenio que se traten de hacer para sorprender al respetable público, las presuntas sorpresas son bien sabidas, las noticias supuestamente desconcertantes son rápidamente descubiertas en su falsedad y las famosas inocentadas se van convirtiendo en un rito de sonrisas amargas, como un club de adultos que jugara a convencerse de que existe Santa Claus.
¿Qué se puede fantasear para que produzca asombro?: ¿Que Calderón dará marcha atrás a la reforma judicial gorilesca y que a partir de ahora respetará a pie juntillas los derechos humanos y retirará militares y policías de las calles del país? ¿Que el ente deforme llamado izquierda se pone de acuerdo en un plan de movilización nacional contra todo lo malo que el calderonismo impuso el año que termina y lo que prepara para el venidero? ¿Que Norberto se disculpa por haber ofendido a prostitutas (y prostitutos) y a periodistas? ¿Que en una medida de última hora el gobierno formal se opone a la entrada de maíces transgénicos provenientes de Gringolandia? ¡Snif! Mejor pasemos a las nunca suficientemente ponderadas Astillas, en este día de cada vez menos alcanzables inocencias.
Astillas:
En la madrugada del jueves llegó el siguiente correo electrónico: “Pedimos que se ponga atención a lo que está pasando en la comunidad de San Andrés Huayapam, Centro, Oaxaca, que es la vena fundamental que alimenta de agua a la ciudad de Oaxaca y donde se ha dado rispidez constante con el gobierno de Ulises Ruiz, ya que de manera arbitraria Adosapaco (el niño astillero investigó que tal engendro lingüístico significa: Administración directa de obras y servicios de agua potable y alcantarillado de la Ciudad de Oaxaca) por arte de magia ya tiene la concesión al ciento por ciento de nuestro líquido. Esto ha originado que el pueblo se organice en contra, con las consecuencias que atraerá. De ahí que el pasado 26, el presidente municipal tuvo reuniones con Adosapaco, no llegando a un acuerdo con el asunto del agua. Donde a las 11 de la noche se retira de las pláticas y, en el trayecto de Oaxaca al municipio de San Andrés Huayapam, es interceptado por un grupo armado que se lo lleva a él y dos del cabildo municipal, donde se presume su muerte. El pueblo está buscando en este momento su cuerpo y no lo han localizado. Se necesita investigar el caso, pues se presume que una vez más los intereses económicos gobierno-empresarios están detrás de este crimen”. Horas después, Notimex informó que “el alcalde de San Andrés Huayapam, Herminio Mario Hernández Santiago, falleció durante la noche al volcarse el vehículo en que viajaba a la región de los mixes”. El director de la Policía Ministerial del estado, Daniel Camarena, “descartó algunas versiones que apuntaban a que el edil había sido asesinado con disparos de arma de fuego, y refirió que ya se están indagando estos hechos”. La agencia EFE reportó que, “según fuentes del ayuntamiento”, el difunto simpatizaba con el PRD y la APPO, y había luchado en defensa de los bosques de su comunidad…
Aún cuando pudiera parecer una inocentada propia de la fecha, esta columna que apenas tiene 10 años presenta a sus lectores una selección absolutamente veraz (puede ser consultada, junto con las reacciones que ha provocado, en www.laopinion.es) del pensamiento avanzado de Bernardo Álvarez (BA), el obispo de Tenerife, la isla más grande del archipiélago de Las Canarias. El insigne religioso establece que los chavitos luego andan provocando a sus eminencias para que le entren al reventón sexual y que, en ese sentido, esos menores de edad “sí consienten” actos de pederastia. Lean los persignados feligreses de esta capilla informativa lo que dijo el obispo Álvarez a Laura Docampo (LD), reportera de La Opinión de Tenerife: LD: –¿Hay que orientar la sexualidad? BA: –No se puede dejar a las personas libradas a lo que salga. ¿Por qué no hacemos lo mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano? Además, sólo un seis por ciento de los homosexuales se deben a cuestiones biológicas. No hay qué confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica como puede practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta. LD: –La diferencia entre una relación homosexual y un abuso está clara. BA: –Por supuesto, pero ¿por qué el abusador de menores es enfermo? LD: –Para empezar, un abuso es una relación no consentida. BA: –Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece”. La peculiar interpretación del obispo Álvarez significa una revolución en el derecho penal, pues ya no existirían delitos de pederastia si son aceptados por “adolescentes, de 13 años, que son menores” (el Santo Niño Jesús, que tiene menos de 13, sabrá disculpar las redundancias del sabio hombre de Iglesia) y que en realidad luego andan de provocadores. Bajo la tesis del obispo Álvarez, quedarían abolidas las normas jurídicas que consideran que los menores de edad adolecen (adolescentes) de capacidad para autorizar determinados actos (como, en el caso, las relaciones sexuales). Cualquier santo varón pederasta podría argumentar que fue provocado y que el jovencito en cuestión estaba bastante de acuerdo con lo que sucedía…
Y, mientras Pakistán arde, el precio del petróleo sube aún más, la tensión internacional se incrementa, la economía estadunidense trastabilla, y la Casa Blanca/Pentágono maniobra para sacar la mejor rajada posible de la crisis, ¡feliz fin de semana, con la familia Salinas-Castañón que sigue penando por sus millones de dólares depositados en Suiza (lícitamente obtenidos: producto del trabajo honesto y fecundo)!