Balance de la Jornada
Cruz Azul y América, sin pretextos
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Richard Núñez fue presentado ayer en Coapa
Foto: Notimex
Rumbo al Clausura 2008 la presión comienza a sentirse en varios clubes, sobre todo en los obligados al título por sus recientes fracasos y por considerarse equipos grandes, como Cruz Azul y América. También el agua llega al cuello en los cuadros de alto presupuesto y bajo rendimiento: Tigres y Monterrey, y más aún en los que quieren evitar el descenso, es el caso de Veracruz y Puebla.
El reto es para personajes con nombre y apellido, directivos y estrategas que en la misión se juegan el prestigio y la chamba. Eduardo de la Torre y Sergio Markarián, en Cruz Azul; Daniel Brailovsky, en América; Américo Gallego, en Tigres. Los “cuates” Isaac Mizrahi y Luis Miguel Salvador, en Monterrey, mientras Alberto de la Torre y su empresa de asesoría están en entredicho.
El técnico del América, el Ruso Brailovsky, se quedará sin pretextos, pues debe cumplir su promesa y brindar el juego espectacular que convoque a multitudes y dé vida por fin al apagado estadio Azteca. La exigencia es además ver al equipo enfilarse con firmeza hacia el título. Es decir, deberá emular el desempeño del Atlante de Alejandro Burillo o por lo menos del Santos Laguna.
Brailovsky está armando al equipo a su gusto e idea, con el reto de demostrar que no es sólo el “técnico virtual” que mueve fichitas en la pantalla chica y despedaza la labor de sus colegas, sino un estratega en toda la línea, con argumentos sólidos en el vestidor y con variantes suficientes en el campo.
La llegada a Coapa del claridoso Richard Núñez es un arma de dos filos. El uruguayo no tiene freno a la hora de criticar a sus técnicos, como lo hizo con Mizrahi por regatearle la titularidad tras marcar cuatro goles en un partido, o con Markarián por sus “aburridas” charlas tácticas. El arribo del central Sebastián Domínguez da tranquilidad a sus seguidores, pero, sobre todo, la fe está cimentada en la permanencia de Guillermo Ochoa.
En Cruz Azul al directivo Eduardo de la Torre le salió la novatez, pues tuvo tiempo suficiente para armar un cuadro sólido tras el fracaso prematuro en la liguilla. No previó nada y ha entrado en carrera contrarreloj; ahora debe compensar las salidas de Borgetti, Núñez y posiblemente la del fiasco llamado Chelito Delgado. El Yayo parece nervioso ante las sugerencias desesperadas de ir por un directivo de mayor experiencia.
Sería bueno que Markarián haga a un lado su lista de justificaciones, la cual incluía a los que no fueron a pretemporada, los lesionados, las convocatorias a selecciones y demás imponderables que cualquier técnico que se precie de conocer su oficio debe sortear con habilidad, optimismo y hasta sentido del humor.
El Tolo Gallego engrosó su cuenta bancaria, no obstante, el prestigio está en déficit. Es el estratega mejor pagado, pero como espina en el pie le punza la idea de ver rota su racha de hacer campeón a todo equipo que dirige, argumento que sin duda orilló a la directiva de Tigres a contratarlo y que Enrique Borja retoma para sostenerlo, con los refuerzos de Diego Martínez y otros por llegar. La primera meta es alejarse de zona de descenso.
En Monterrey se planea con la simpatía por delante, pues Luis Miguel Salvador llamó a su amigo Isaac Mizrahi, quien a su vez renovó lazos fraternos con Jared Borgetti, a todas luces ya con muy poco futbol y en el ocaso de su carrera, sin importar que la credibilidad vaya en deterioro. Acaso esperan que Joel Chícharo González les lleve la fórmula de Potros.
La empresa de asesoría de Alberto de la Torre no ha hecho sino fracasar. Nada consiguió con Dorados, que perdió la opción de ascenso ante el Puebla y ahora la final ante Indios de Ciudad Juárez. El Veracruz va en picada y para evitar el descenso se ha reforzado hasta los dientes, con Pony Ruiz, Ariel González, Patricio Graf, Santiago Raymonda y muchos más, por lo que Antonio Mohamed deberá hacer un milagro de ingeniería rumbo a la permanencia.
El Toluca es una incógnita con su nueva directiva, mientras Puebla y Atlas son los otros equipos que lucharán por su vida. Los rojinegros estrenan técnico con Miguel Ángel Brindisi y Salvador Reyes heredó el timón en Necaxa, donde contrataron a Walter Gaitán, quien sigue viviendo del futbol mexicano sin haber aportado nada. La nota buena es para Pumas, que con desparpajo lleva novatos al Interliga.