Disminuyó el número de asistentes al desfile; muchos no sabían del evento
Alebrijes, zanqueros, luchadores y chinas poblanas celebraron la Navidad en Reforma
Los Reyes Magos abrieron la caravana, que incluyó un nacimiento viviente
Ampliar la imagen Hasta fanáticos de Los Beatles participaron ayer en el desfile navideño que se realizó en Paseo de la Reforma Foto: Roberto García Ortiz
Alebrijes, arlequines, zanqueros y batucadas, además de los personajes ligados a esta temporada como los Reyes Magos y Santa Claus, hicieron las delicias de chicos y grandes durante el festival de Navidad que organizó el Gobierno del Distrito Federal y que en caravana recorrió Paseo de la Reforma, desde el Ángel de la Independencia, y la Avenida Juárez, hasta la Alameda Central.
En esta ocasión, la afluencia de capitalinos y turistas nacionales y extranjeros fue menor en comparación con el año pasado; sin embargo, los centenares de niños, jóvenes y adultos reunidos disfrutaron de la música y bailes de los más de mil participantes, quienes durante todo el recorrido interactuaron con los asistentes.
Muchos de los que observaron el desfile estaban de paso, pues no se enteraron de la realización del mismo. “Salimos a pasear por el centro, no sabíamos del desfile, pero qué bueno que lo hicieron, porque los niños están muy contentos”, dijo un padre de familia que, como la mayoría de los espectadores, con celular en mano fotografiaba a los zanqueros y demás participantes, que no pararon de bailar.
Lo mismo hicieron los elementos de Protección Ciudadana, encargados de la seguridad del festival, quienes se dieron tiempo para sacar sus cámaras fotográficas y llevarse un recuerdo del evento.
El desfile inició al mediodía de este domingo, y fue encabezado por los tres Reyes Magos; detrás de ellos, 130 zanqueros de diversas compañías teatrales, jóvenes del Instituto del Deporte capitalino, integrantes de la Asociación de Artistas con Discapacidad, batucadas integradas por estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y luchadores profesiones, como El hijo del Perro Aguayo, quienes no llegaron hasta la Alameda, pese que fueron los más solicitados por niños y jóvenes que les pedían un autógrafo o una foto.
Así, capitalinos y visitantes pudieron ver a decenas de personajes y representaciones, algunas vinculadas a las fiestas navideñas, aunque otras no tanto, como dragones chinos, charros y chinas poblanas o un “nacimiento viviente, que consistió en un carro alegórico en el que se representó a la virgen cargando al niño Jesús, acompañada de una pastorcita, borregos y un burro.
Para las personas de la tercera edad, se dispuso de una unidad del Turibús y bicitaxis, para que pudieran disfrutar de todo el recorrido de manera cómoda.
Los zanqueros fueron quienes más acapararon la atención del público de todas las edades; ataviados de coloridas vestimentas, hicieron piruetas y baliaron durante todo el recorrido, lo que provocó uno que otro accidente, como un diablito que no pudo evitar caer al suelo, luego de trastabillar, pero que de inmediato se levantó para continuar en el desfile, ganándose los aplausos de todos los presentes.
El festival terminó sin mayores incidentes poco antes de las 2 de la tarde, los participantes se internaron en la Alameda Central, mientras que máquinas y personal de del servicio de limpia del gobierno capitalino recogían la basura que artistas y espectadores dejaron en el camino, para poco a poco reabrir las vialidades y desahogar el tráfico vehicular.