Con el TLCAN el azúcar foráneo relegará al nacional
Peligran 5 mil familias por posible cierre de ingenio
Teme líder que pueblos de Veracruz terminen vaciándose
Ampliar la imagen Zafra en Tamazula, Jalisco Foto: La Jornada
Jilotepec, Veracruz. Pese a que se destrabó el inicio de la zafra 2007-2008, luego de que el gobierno federal fijó el 6 por ciento de aumento al precio de referencia en la tonelada de caña de azúcar y que en esta molienda se espera una producción histórica de 13 mil toneladas de dulce, la incertidumbre se mantiene para 5 mil familias que dependen del ingenio La Concepción, el cual a corto plazo podría cerrar sus operaciones.
Los cañeros de la zona califican de “catástrofe y sentencia de muerte” la eliminación arancelaria a los agroproductos a partir de 2008, contenida en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que permitirá el ingreso masivo de edulcorantes que desplazarán al dulce local.
Sin financiamiento para modernizar el complejo y aumentar el rendimiento de los sembradíos de la gramínea, anticipan que la invasión de endulzantes extranjeros agudizará la crisis de La Concepción y su posible cierre ocasionará que decenas de poblados “terminen de vaciarse” por la migración de sus habitantes.
De no recibir inversiones, el ingenio será rebasado por los endulzantes importados, pronosticó el presidente de la Comisión Especial de la Agroindustria Azucarera en el Senado, Juan Bueno Torio.
El complejo ubicado en este municipio y el ingenio Independencia, en Martínez de la Torre, son los dos “candidatos” al cierre definitivo a corto plazo, acotó el legislador.
Fundado en la época colonial, cuando sus molinos eran movidos por esclavos negros, los cuales dejaron su huella genética en varias poblaciones cercanas, el ingenio La Concha, como lo llaman los lugareños, fue trasladado del ejido Almolonga hacia el de La Concepción en 1950.
Sin embargo, las condiciones laborales de los 450 obreros que emplea y de los mil 300 productores cañeros que aportan la materia prima no han variado, porque en los últimos 60 años son mínimas las prestaciones laborales y escaso el pago de cosechas.
En 2003, cañeros adheridos a las confederaciones Nacional Campesina (CNC) y Nacional de Productores Rurales (CNPR) se movilizaron para reclamar al propietario, Rafael Ross Torres, el pago de 19 millones que les adeudaba por la entrega del fruto. El dueño desconoció el adeudo y se declaró en insolvencia de fondos, lo que desató una batalla judicial que concluyó con la intervención del gobierno estatal para evitar el cierre.
“Los salarios no se pagaron, ni nuestra deuda; todo apuntaba al cierre”, explicó Cristóbal Conde Saldaña, secretario general de la Unión de Cañeros de la CNPR.
Con un préstamo de 20 millones de pesos, por primera vez en Veracruz la operación de un ingenio local fue concedida a una sociedad integrada por agricultores –y con participación del gobierno estatal– que se denominó Maquiladora de Caña de Azúcar La Concepción.
Las instalaciones y la maquinaria, visiblemente deterioradas, son alquiladas a la familia Ross Torres, aunque la renta anual prácticamente es un misterio. Ningún dirigente cañero, ni los administradores del complejo ni los funcionarios estatales se atreven a informar sobre el pago anual al propietario, el cual todavía debe 19 millones de pesos a sus ahora arrendatarios.
En el último año, el gobierno estatal inyectó 16 millones de pesos al ingenio; se especula que la mayoría fue destinada al pago del alquiler de las instalaciones.
Para evitar el cierre y tratar de remontar la crisis se recortaron prestaciones tanto a la plantilla de obreros –que apenas reciben el servicio del Instituto Mexicano del Seguro Social y vacaciones– y cancelaron todos los créditos de avío para el cultivo. El costo de cultivar la caña de azúcar, que asciende a 15 mil pesos por hectárea, corre a cuenta del propio agricultor.
Aun con las penurias, la producción logró repuntar y en la última zafra 2006-2007, se molieron 140 mil toneladas de caña y se generaron 11 mil 340 toneladas de azúcar. Para la molienda 2007-2008, que se iniciará el 15 de enero, según decisión del comité local de producción, la expectativa es moler 140 mil toneladas de caña y producir 13 mil toneladas de azúcar.
No obstante, las mil 600 hectáreas de cultivo que se distribuyen en los municipios de Jilotepec, Naolinco, Jalapa, Actopan y Xico son insuficientes para aumentar la productividad.
Por ello el pronóstico de Bueno Torio sobre un posible cierre de La Concha no toma desprevenidos a los productores.
“Ese fantasma nunca se ha ido, sigue aquí con nosotros; desde 2000 la familia Ross Torres amenazó con cerrar el ingenio, después con la crisis de 2003 se habló de lo mismo y ahora vuelve el tema, pero el fantasma nunca se fue”, explicó Neftalí Martínez Hernández, integrante del comité local de la CNC, quien dijo que esto cobra más fuerza con la aplicación del apartado agropecuario del TLCAN.
El panorama obliga a analizar dos posibles salidas para las 5 mil familias que dependen de La Concepción: 1) transformar al ingenio en una maquiladora de piloncillo, y 2) imitar a muchos que ya emigraron a Estados Unidos.
“Ahora sobrevivimos de puro milagro, pero si La Concha cierra, los pueblos terminarán de vaciarse, pues agarraremos el camino para el norte”, aseguró Neftalí Martínez, también comisario del ejido Chiltoyac.