Inaugura obra escultórica y comienzan festejos por sus 80 años, que cumplirá en 2008
Manuel Felguérez conceptualiza lo que llama “la entrada al Centro Histórico”
Fuente de la República está emplazada en el cruce de Reforma, Bucareli y Juárez
La celebración por el artista culminará con magna muestra en el Palacio de Bellas Artes
Ampliar la imagen Manuel Felguérez, en imagen de 2002 Foto: Francisco Olvera
Con la inauguración hoy, a las 19 horas, de Fuente de la República –proyecto escultórico de Manuel Felguérez– en el cruce de las avenidas Reforma, Bucareli y Juárez, se inician los festejos por el cumpleaños 80 del pintor y escultor zacatecano, que será el 12 de diciembre de 2008.
De hecho, las formas redondas de la fuente se convirtieron en el pastel por sus 79 años, cuando anoche el artista y su esposa, Mercedes, acudieron al sitio para presenciar las pruebas de iluminación e hidráulicas.
La fuente tiene 20 metros de diámetro, consta de 700 chorros de agua, 200 lámparas y ocho bombas que mueven 100 metros cúbicos de agua que se recicla. El proyecto urbanístico es de Juan Álvarez del Castillo.
Los festejos culminarán con una gran exposición en el Museo del Palacio de Bellas Artes, a finales del año entrante. También será reacondicionado el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, en la ciudad de Zacatecas. Luego están los “proyectitos” que salen todos los días.
Con 60 obras públicas en su haber, Felguérez dice que, en promedio, “de cada 10 que me proponen, se hace una”.
Hace menos de dos meses, el 20 de octubre, el artista inauguró en ese cruce su obra monumental Puerta 1808, que constituye, en un juego visual, la escultura principal de Fuente de la República.
En la mayoría de las fuentes, indica el entrevistado, “se pone el agua y al centro la escultura. Aquí, la escultura está alrededor y la gran pieza está a la mitad de Reforma”.
La idea de la fuente nació durante la instalación de Puerta 1808, porque se hizo una plataforma y “al subirnos había un pastito allí, muy desangelado, que se veía poco atractivo. Entonces, dijimos, qué bonita se vería allí una fuente cuya altura no rompiera con el paisaje del Monumento a la Revolución y que diera un poco de orden a ese espacio. El día de la inauguración, ya con el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, le dijimos, mire ‘qué bien se vería una fuente allí’. Dijo, ‘pues, háganla’”.
De acuerdo con Felguérez, nunca existió un dibujo previo, sino que el proyecto de la fuente se platicó in situ, “desde la escultura y viendo el Monumento a la Revolución atrás, de cuya forma se partió”. Es decir, la miríada de chorros forman una cúpula –los del centro están más altos que los de la orilla. Lo redondo de la fuente, además, enfatiza el hecho de que se trata de una glorieta.
Los ojos de México y de la capital
Una investigación de Álvarez del Castillo dejó en claro que la primera glorieta hecha en la ciudad de México fue en ese lugar. Inclusive, tiempo después fue emplazada allí la estatua escuestre de Carlos V, conocido como El Caballito. El empleo del agua también recuerda la otrora superficie acuática de Tenochtitlán.
La fuente es una escultura que consta de “un círculo de acero al carbón, de placa gruesa, que entraría dentro del mundo de lo que se llama la estructura simple. Pero esta escultura tiene además dos círculos, uno al lado de otro, no incrustados, que forman parte de esta forma redonda, pintados del mismo color que el acero”.
Para Manuel Felguérez, ambos círculos representan “los ojos de México, de la ciudad”, es decir, “la entrada al Centro Histórico” y, a la vez, por su condición doble se refiere al bicentenario de la Independencia.