Usted está aquí: jueves 13 de diciembre de 2007 Sociedad y Justicia SEP: la desigualdad económica, factor de exclusión educativa

SEP: la desigualdad económica, factor de exclusión educativa

Karina Avilés

El 93 por ciento de los jóvenes que viven en pobreza extrema no tiene acceso a la educación superior, y más de un millón 300 mil desertaron de la preparatoria o la universidad, muchos de ellos por no tener dinero para sostener sus estudios.

La desigualdad económica y la escasez en la que sobreviven miles de jóvenes tiene gran impacto en el acceso a la enseñanza o la interrupción de los estudios. De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), entre la población con los ingresos más bajos, únicamente dos de cada 100 personas terminan el nivel profesional, mientras que entre las de mayores recursos lo hacen ocho de cada 100.

La inequidad se refleja también en el tipo de zona donde viven. Si es urbana, alrededor de 35 por ciento de ellos ingresarán al nivel superior, cifra que cae hasta 13 por ciento en el caso de las personas procedentes de zonas rurales.

Además, los jóvenes que pertenecen a las familias más pobres tienen una participación en la educación superior 12 veces menor que la de los jóvenes de familias ricas.

En la escuela normal, seis de cada 10 alumnos proceden de hogares cuyo ingreso es menor de cuatro salarios mínimos, y uno de cada cuatro representa la primera generación de su familia con acceso a la universidad.

La dependencia educativa advierte que con base en las últimas cifras disponibles, en 2005 un millón 300 mil jóvenes abandonaron sus estudios entre el nivel medio superior y el superior. Cuatro de cada 10 lo hicieron por motivos económicos.

El Plan Nacional de Educación 2007-2012 admite que a pesar de los programas compensatorios y de las becas, la mayoría de los alumnos en mayor pobreza está excluida del nivel superior, por lo que uno de los grandes desafíos es la equidad.

Y precisa que hay 585 mil alumnos inscritos en educación superior que viven en condición de pobreza, lo cual los coloca en posición de desventaja inicial en oportunidades y recursos materiales para cursar con éxito sus estudios.

Hoy día, las instituciones para la educación profesional atienden apenas a uno de cada cuatro jóvenes de entre 19 y 23 años, lo que significa una matrícula de sólo 24.3 por ciento.

Marcada concentración regional en el nivel superior

Además, la mitad de los alumnos del nivel superior se encuentran en siete entidades federativas: Distrito Federal, estado de México, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Tamaulipas y Veracruz.

A nivel de posgrado, la concentración regional es todavía mayor, porque en las primeras cuatro de las entidades antes señaladas concentran 50 por ciento de los alumnos.

El estado de México y la capital del país atienden a casi 26 por ciento de la matrícula de licenciatura, mientras que la región centro-oeste abarca 14 por ciento, y la región península apenas atiende a 3 por ciento.

 
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