Para la Profeco los abusos del comercio no fueron relevantes
En el atrio de la Basílica hubo cabida para todos. Miles de peregrinos se alistaron para el regreso, decenas de paramédicos elaboraron los reportes finales de la jornada y empleados de Locatel se abocaron a la ubicación de feligreses extraviados.
En el costado sur de la explanada también hubo lugar para los mercaderes, una carpa –colocada entre el centro de mando de la Cruz Roja y los puestos de socorro del gobierno capitalino– fue destinada para los “representantes” de Banco Autofin México, institución crediticia, responsable de comercializar los nichos en la Plaza Mariana.
Desde el viernes pasado se ofrecieron las urnas, cuyos precios al contado rebasan los 42 mil pesos. Y en el caso de optar por el crédito, se incrementan más de 10 mil pesos.
Poco antes de las dos de la tarde, personal de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aseguró que únicamente dos establecimientos fueron sancionados por aumentar el costo de sus servicios y productos.
Sin embargo, cientos de peregrinos, sobre todo procedentes de Puebla y Tlaxcala, denunciaron abusos en la compra de alimentos, bebidas, recuerdos y artículos religiosos ante las autoridades delegacionales, pues, según dijeron, levantar una denuncia en la Profeco era imposible.