Conjuga trabajos de Bernardino de Sahagún, Miguel León-Portilla y Miguel Castro
Presentan hoy libro bilingüe sobre animales del México prehispánico
Ampliar la imagen Una de las ilustraciones de Miguel Castro Leñero Foto: Tomada del libro Animales del nuevo mundo
El libro bilingüe Animales del nuevo mundo (Yancuic Cemanahuac Iyolcahuan) tiene al menos cuatro raíces autorales: sabios nahuas que compartieron los relatos y descripciones de que está hecho a un fraile del siglo XVI afanado en conocer y dar testimonio de la cultura originaria de México (Bernardino de Sahagún), un profundo conocedor de todo aquello y que, más de cuatro siglos después, tradujo y comentó parte de ese material (Miguel León-Portilla), y un pintor que con gran sensibilidad buscó captar dicho espíritu (Miguel Castro Leñero).
Así que Animales del nuevo mundo (Yancuic Cemanahuac Iyolcahuan), publicado por Nostra Ediciones y que presentan este lunes 10 los autores, Carlos Montemayor y Mauricio Volpi, viene a ser no sólo un libro intercultural sino intertemporal o, como dice la editoria Andrea Fuentes Silva, un “diálogo creativo de las letras y las imágenes”.
En este bello volumen, imaginado sobre todo para niños y jóvenes, pero apto también para todo público, se abordan siete animales en un número igual de capítulos.
León-Portilla hace un breve comentario al principio de cada uno y luego viene el relato o la descripción, ambos en castellano y en náhuatl.
Por ejemplo, del capítulo “El feroz ocelote y el atinado cazador (Ocelotl)”, León-Portilla comenta: “según los antiguos relatos en náhuatl, fue en la Ciudad de los Dioses, en la metrópoli de Teotihuacán, donde el ocelote, actor en la creación cósmica, adquirió las manchas que le son características. Allí se habían reunido los dioses después de la última destrucción del mundo. Iban a crear de nuevo al sol y la luna. Allí estaban Quetzalcóatl y otros dioses”.
El historiador y promotor cultural recuerda además que el ocelote también es conocido como jaguar y que el nombre de este animal, junto con los de otros como la serpiente o cóatl y el perrito o itzcuintli, fueron designados algunos de los 20 signos de los días en el calendario mexica.
Ya en la parte de la descripción o relato se puede leer:
“Habitante de los bosques y de los peñascales, donde hay agua. El ocelote es noble, principesco. Dicen que él manda entre los animales. Es cauteloso, sagaz y arrogante. No es carroñero; detesta, le dan asco las inmundicias”. El antiguo relato dice que el ocelote, además de “hermoso”, tiene “ojos como brasas ardiente”, y agrega:
“Cuando ve, cuando se encuentra con un cazador, no huye, no corre, se acomoda, no se esconde el ocelote. Entonces empieza a resoplar; con su aliento hará desmayarse, aterrorizará al cazador.”
Monos, serpientes, perros
La antigua descripción ubica así al mono araña u ozomatli:
“Es habitante de los bosques, sobre todo de los que están por donde sale el sol en Anáhuac. Tiene el dorso pequeño, es barrigudo y su cola, que a veces se enrosca, es larga. Sus manos y sus pies parecen de hombre; también sus uñas. Los ozomatin gritan y silban y hacen visajes a la gente. Arrojan piedras y palos. Su cara es casi como la de una persona, pero tienen mucho pelo.”
Otros animales que se abordan son la serpiente negra o tlilcóatl, que atrapa peces, los lleva a un pequeño estanque que ella ha hecho y persigue a los hombres que se atreven a robárselos, y el coyote o coyotl, que es astuto, pero se le ha comparado injustamente con los humanos abusivos, e incluso en un relato muestra que sabe ser agradecido con quien lo ayuda.
También, el perro o itzcuintli, compañero alegre y fiel de hombres y mujeres; el tlacuache o tlacuatzin, que es cariñoso y pacífico pero llora cuando le quitan a sus crías, y el colibrí o huitzitzilin, que parece marchitarse y morir en invierno y revive con los rayos del sol.
La presentación de Animales del nuevo mundo (Yancuic Cemanahuac Iyolcahuan) será este lunes 10 a las 19:30 horas en la librería Rosario Castellanos (Tamaulipas 202, Condesa).