Rechaza cualquier intento de amnistía a paristas petroleros acusados de sabotaje
Si la Asamblea pretende gobernar, que acepte mi renuncia: Rafael Correa
Una investigación sobre el caso sería una “puñalada por la espalda”, dice el presidente
Defiende la actuación de la fuerza pública durante las protestas en la ciudad de Dayuma
Quito, 9 de diciembre. Una huelga reprimida por los militares crispó la hasta ahora buena relación de la mayoría oficialista en la Constituyente y el presidente de Ecuador Rafael Correa, que amenazó con renunciar si ese órgano indulta a los presos por el paro que afectó la producción estatal de petróleo.
“Si la Asamblea (de plenos poderes) pretende gobernar el país, acepten mi renuncia”, reiteró el mandatario este domingo, al siguiente día de haber hecho una advertencia similar.
Correa se mostró fastidiado con la intervención de la Asamblea de plenos poderes que redacta la nueva Constitución en el caso de Dayuma, una aldea del sureste ecuatoriano donde rige el estado de excepción desde el 29 de noviembre a causa de la protesta de pobladores que reclamaban obras viales.
El viernes el jefe de la Constituyente, el oficialista Alberto Acosta, anunció una investigación sobre los supuestos atropellos de las tropas y se comprometió “a hablar con el gobierno para que se aceleren los trámites judiciales, y se dé paso a la liberación de las personas inocentes”.
No obstante Correa aseguró que interpretaría la pesquisa “como una puñalada por la espalda” y se opuso a cualquier intento de amnistía para una veintena de detenidos acusados de terrorismo y sabotaje.
“Sería una puñalada por la espalda si la Asamblea nombra una comisión para investigar el caso Orellana, con gente de Sociedad Patriótica (oposición), una traición a este proyecto ciudadano”, declaró.
Entre los capturados está Guadalupe Llori, prefecta de la provincia de Orellana, en cuya jurisdicción está Dayuma, quien fue apresada y trasladada a una cárcel de Quito.
Según Correa, los detenidos atacaron con dinamita y perdigones a los uniformados, y causaron un descenso de 7 por ciento en la explotación estatal de crudo, tras lo cual aceptó la renuncia del ministro de Gobierno.
Correa, que describió como ejemplar la actuación de la fuerza pública en las protestas, le pidió con tono comedido pero severo a la Asamblea que se dedique a hacer una nueva Constitución en vez de evaluar cada acción de su gobierno.
La Constituyente inició sus sesiones el 30 de noviembre atribuyéndose plenos poderes, amparada en los cuales disolvió el Congreso de mayoría opositora y ratificó en el poder a Correa.
El jefe de Estado respondió el sábado a los grupos de derechos humanos que cuestionaron la intervención de los militares.
“Vayan, vean a los detenidos, de 25, 27, cuál está herido. Lo que hay en Orellana es sedición por parte de mafias criminales, politiqueras, que utilizan a ciertas comunidades”, enfatizó.
Pero los pobladores insisten en que los soldados ingresaron violentamente a las viviendas, golpearon a niños y mujeres, y se llevaron presos a los hombres.
Dayuma tiene unos 2 mil 800 pobladores que viven en la pobreza a pesar de que en sus alrededores se extrae crudo. En varias ocasiones se han enfrentado con los militares para reclamar por vías y trabajo a las petroleras que operan en la zona, incluida la china Andes Petroleum.