Este año, avances importantes en las relaciones con la UE, afirma Mendel Goldstein
México es nación prioritaria para la inversión europea: delegado de la CE
Aunque los índices de inseguridad pública son un factor importante a tomar en cuenta para invertir en un país, esta situación “no ha afectado verdaderamente” en el ánimo de los inversionistas europeos, quien ven a México como una nación “prioritaria”, señaló Mendel Goldstein, jefe de la delegación de la Comisión Europea (CE) en México.
En entrevista, el diplomático señaló que el tema de la desigualdad social y la pobreza en nuestro país es una de las preocupaciones que tiene la Unión Europea (UE), y que todavía hay reformas estructurales pendientes que deben impulsar el gobierno y la sociedad mexicana, principalmente en el tema de la competitividad y de la energía.
Los monopolios también siguen siendo una tarea pendiente, añadió. “Es necesario liberar todas esas fuerzas para crecer al ritmo que necesita el país”.
Adelantó que el comisario de Comercio de la UE, Peter Mendelson, estará de visita en nuestro país los próximos 17 y 18 de diciembre, con el propósito de revisar la liberalización comercial de algunos sectores, como el de la agricultura y el de las inversiones, que hasta ahora no lo han hecho suficientemente.
Con diversos funcionarios del gobierno federal, entre ellos los secretarios de Hacienda, Agustín Carstens; de Comercio, Eduardo Sojo, y de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, abordará temas globales como la competitividad y de asuntos multilaterales como la Ronda de Doha, que “ya ha durado demasiado”, de acuerdo con la perspectiva y los deseos europeos.
Mendel Goldstein catalogó este 2007 como un año “exitoso” en las relaciones de la UE y México, pues se observaron “progresos importantes” sobre todo en los ámbitos político, económico, social y cultural. “Creemos que estamos ampliando a la sociedad civil nuevos temas como el de cambio climático, para lo cual ya se ha diseñado un grupo de trabajo específico”, dijo el embajador europeo.
Identificó el problema de la inseguridad pública como “símbolo de nuestro tiempo”, para lo cual los gobiernos y sociedad de los países deben coordinar mejor sus esfuerzos y combatir así al crimen organizado y el narcotráfico. En la UE, agregó, “estamos gratamente impresionados” por la política que el gobierno mexicano realiza en esta materia, además tiene confianza en que los índices de inseguridad se reduzcan en forma importante.
Según comentó, éste es uno de los factores que se toman muy en cuenta para invertir en un país, y si llega a grados demasiado elevados, puede tener una influencia negativa, pero hasta ahora esto no ha afectado verdaderamente las grandes decisiones de inversión de las empresas europeas en México, pero debemos estar atentos.
Respecto del primer año de gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, el embajador Goldstein dijo que el papel de la representación de la Unión Europea no es criticar, aunque comentó que la pobreza y la desigualdad social siguen siendo dos de los principales retos que tienen el gobierno y la sociedad mexicana.
De hecho, la reciente reforma fiscal aprobada por el Congreso de la Unión es un paso muy importante en el camino correcto, pero es necesario dar otros más para lograr un mayor crecimiento económico y crear los empleos suficientes. Falta mejorar la competitividad, pues el país necesita crecer a 6 o 7 por ciento, destacó.
En relación con el año venidero, confió que será todavía mejor, tanto en el ámbito de inversiones como de intercambio comercial. México es un país prioritario para la UE, en una relación que va mucho más allá de lo estrictamente comercial, aseguró.
Lo real es que el Acuerdo de Libre Comercio entre México y la UE, firmado en 2000, es el eje de la relación bilateral. Para México, esta relación ha sido de gran importancia para diversificar sus contactos comerciales, mientras para Europa, México es una fuente de inversión externa muy importante y un mercado potencial para sus productos.
Además, la UE busca tener acceso a sectores mexicanos claves, como la petroquímica y la electricidad, y utilizar a nuestro país de “trampolín” para entrar al mercado estadunidense.