Insiste en que el fraude de las pasadas elecciones “es una mentira histórica”

Mi salida, una decisión inadecuada para salvar agravios de 2006: Ugalde

En la presidencial “no teníamos elementos para sancionar” lo que se reclamaba, afirma

Señala falta de transparencia para designar a los integrantes del IFE que dejarán el cargo

Alonso Urrutia

¿Fracaso? “No, no, de ninguna manera –replica el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde–, no veo fracaso. Yo en lo personal fui parte de un proceso complejo. En todo caso fue una negociación política de alcance conocido. El retiro fue una moneda de negociación, lo dijeron ellos –los legisladores que lo removieron–, quienes plantearon que la salida de los consejeros era condición necesaria para negociar la reforma fiscal. Si no se van, no hay ningún trato de su gobierno”.

En el ocaso de su gestión como consejero presidente, Ugalde añade: “si quiero ser autocrítico tengo que resaltar lo que se hizo bien y los errores que se cometieron, la comunicación del 2 de julio, el conteo rápido, si se debió sacar un promocional antes de tiempo. Hay muchas decisiones criticadas al IFE en las que yo perdí la votación en el Consejo General. Soy cuestionado por decisiones que en lo personal no estuve de acuerdo, pero ni modo, tengo que defender a la institución.”

La reforma que está por aprobar el Congreso, afirma, es el reconocimiento implícito de que el IFE “no tenía elementos para sancionar lo que se nos pidió. Si esa ley hubiera sido propuesta para el 2006, la campaña de Vicente Fox no habría ocurrido; hubiéramos tenido ocho veces más espots; no tendríamos el problema de los 281 mil promocionales no reportados, que no sabemos quién pagó; no habría habido los anuncios del ‘peligro para México’ e ‘Hildebrando’. En esa lógica, la polémica del 2006 no hubiera existido”.

Crítico de la reforma electoral y especialmente del proceso de renovación del Consejo General, Ugalde destaca que una vez pasada esa discusión, la Cámara de Diputados ha iniciado un proceso transparente para la designación de los nuevos consejeros, sin duda mejor que el usado cuando se designó el actual consejo. Sin embargo, advierte falta de transparencia en la designación de quienes se irán con él el próximo jueves.

“Eso es un gran problema jurídico y político, porque no está claro cómo van a motivar la decisión, qué criterios van a utilizar para saber quién se va y quién se queda, porque fueron decisiones colegiadas las que adoptamos. Sea cual fuere la decisión que tomen, será una medida discriminatoria. Yo tengo que defender la labor colectiva, pero no hay manera de solucionarlo cuando se toma una decisión política para sacar a cinco con Ugalde”.

–¿Traicionado por el PAN?

–No, te sientes traicionado cuando tienes un pacto, un compromiso. Yo no tenía pacto con nadie. Me siento preocupado, no traicionado. Yo no negocié políticamente con nadie, nada. ¿Traicionado por quién? Entiendo el sentido de la política. Me parece inadecuado, pero es una decisión para salvar agravios del año pasado, pero que a la larga no conviene al país. Entiendo que se hace para tratar de jalar votos para una reforma electoral, para una reforma fiscal, para dar la idea de que el país camina. Entiendo eso, pero eso a la larga no servirá al país.

–La postura del IFE siempre ha sido que el triunfo de Calderón fue legal. ¿También fue legítimo?

–Esa dicotomía entre lo legal y lo legítimo sólo va a posponer la modernización de México. El estado de derecho proviene de leyes que aprueban los diputados y por definición todo lo legal es legítimo. Entiendo que en un país donde hay impunidad, desigualdad, a veces lo que parece legal no es legítimo, pero esa discusión, en el caso de las elecciones, es sumamente subjetiva y polarizante. Más bien habría que preguntar si los partidos tenían claras las reglas del juego.

Ugalde subraya que el 13 de junio todos los partidos, incluido el PRD, firmaron un acuerdo para comprometerse a cumplir la ley. “Fuimos criticados porque se decía que el IFE se prestaba a un acuerdo donde los partidos se comprometían a algo que estaban obligados. A esa fecha, Fox ya había dicho todas sus alegorías; toda la campaña del gobierno federal había pasado; las campañas negativas ya habían ocurrido. Todas las desigualdades que ahora se denuncian ya habían ocurrido y todos dijeron que jugaban con las reglas”.

Lo que no se vale, agrega, “es que cuando ya pasó la elección y se conocen los resultados, se desconoce lo que firmaste”. Ugalde se va convencido de que la existencia del fraude electoral en 2006 es una “mentira histórica” construida desde el PRD, y agrega que “es muy irresponsable que los partidos le transfieran al árbitro la responsabilidad de todos los excesos de los partidos, de los particulares, de todos”. Ciertamente, señala, “para quienes han construido esa mentira histórica, la salida de los consejeros será un argumento adicional para sostenerla”.

La reforma electoral modifica sustancialmente el sistema de gobierno del IFE, concentrando mayor influencia en la presidencia, la secretaría ejecutiva y la contraloría, en detrimento del esquema de construcción colegiada de decisiones entre los consejeros que está vigente hasta ahora. En especial, advierte, será sensible el cambio con la desaparición de la Comisión de Fiscalización, la cual, dice, bajo el actual esquema favoreció el “arropamiento institucional” de Amigos de Fox y el Pemexgate, por lo que habrá que ver cómo funciona la nueva Unidad Técnica, con un papel menos relevante de los consejeros.

Esta es la última semana de Ugalde al frente del IFE.