Disquero
Ensueño
La combinación es de ensueño: partituras de Zbigniew Preisner cantadas por Teresa Salgueiro. Ese es el contenido privilegiado de la novedad discográfica del momento: Silence, night and dreams, publicado por EMI Classics.
Es decir: composiciones de un autor de honduras espirituales y de alturas musicales estratosféricas, interpretadas por una voz de simas emotivas muy profundas y elevaciones anímicas celestiales.
Ambos son artistas muy queridos del Disquero.
Él es ampliamente conocido como el autor de la música de los filmes más profundos del cineasta polaco Krzystof Kieslowski (1941-1996), en especial la trilogía magistral Rojo, Blanco, Azul y La doble vida de Verónica. A raíz de su muerte, su compositor de cabecera le escribió una obra estremecedora y llena de amor: Requiem por mi amigo, y después un álbum fantástico con Diez piezas fáciles para piano, discos todos ellos, los que escribió Preisner para Kieslowski y los posteriores, reseñados en su oportunidad en este espacio.
Ella es intensamente reconocida por su voz de arcángel. No es casualidad que haya nacido en una ciudad de Portugal llamada Amadora (9 de enero de 1969), que haya dado a luz con Pedro Ayres Magalhaes en una iglesia de Lisboa llamada Madre de Deus, a uno de los grupos emblemáticos del fin del siglo XX, Madredeus, y desde entonces propios y extraños se refieren a ella como “la voz de Madredeus”.
Tampoco es casualidad que el nuevo disco de Teresa Salgueiro, que ocupa hoy el espacio principal del Disquero, aparezca unos días después de que ella, junto a Pedro Ayres, hicieran oficial que Teresa se separa de Madredeus, dejando la puerta abierta a muy hermosas colaboraciones futuras.
¿Más casualidades que son causalidades? Salgueiro y Preisner acaban de presentar, el 2 de diciembre, en estreno mundial en vivo este disco en el Barbican Hall de Londres, Preisner a la batuta de la London Symphony Orchestra, y dos días después en Polonia.
Todavía más: Teresa Salgueiro estuvo en México hace apenas unas semanas para presentar su disco anterior a éste, Voce e Eu, que como los otros dos que grabó como solista (Obrigado y La Serena) y todos los que hizo con Madredeus, han sido reseñados en el Disquero.
En el Teatro de la Ciudad, cuando sonó en vivo el disco que grabó con el grupo de Joao Crystal, resultó evidente el cambio de rumbo natural que a sus 38 años emprende la hermosísima Teresa.
Si el disco La Serena es una combinación ecléctica de músicas de varios lugares del planeta cantadas en sus idiomas originales y acompañada por el grupo Lusitania Ensemble y el álbum Obrigado es una compilación de duetos con distinguidos artistas como José Carreras y el maestrísimo Caetano Veloso (otra combinación de ensueño), el nuevo disco con Preisner es un diamante que se engarza al prodigioso juego de abalorios que ha tejido Teresa en su vuelo de ángel canoro.
Además de un conjunto sinfónico, Preisner apela a instrumentos de encanto irresistible como el theremin y la sensacional armónica de cristal, ese instrumento angelical del cual Mozart hizo sonar sus mejores notas, obras también reseñadas en el Disquero, además del propio Preisner al piano y a la batuta, un niño que canta como los mismísimos ángeles y textos de distintos orígenes, que giran alrededor de un poema, que da nombre al disco entero, escrito por Krzystof Piesiewicz, el guionista de los filmes más profundos de Kieslowski.
Un disco de ensueño, sencillamente de ensueño.