Instruye a titulares de Agricultura y Economía para que aumenten su mediación
Llama Calderón a empresarios y cañeros a llegar pronto a un acuerdo sobre precios
Anuncian productores movilizaciones si el gobierno no publica valor de referencia para el azúcar
Ante la inminente apertura comercial que establece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para productos como la caña de azúcar, el presidente Felipe Calderón instó a empresarios y productores a llegar pronto a un acuerdo en materia de precios del producto, e informó que instruyó a los secretarios de Economía y de Agricultura, Eduardo Sojo y Alberto Cárdenas, respectivamente, para que intensifiquen su mediación en el asunto.
Durante la ceremonia de rendición de protesta del comité ejecutivo de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), el mandatario dijo que ha estado atento al proceso de negociación.
“Evitemos que esa apertura afecte toda la cadena productiva; hay que ponerse de acuerdo pronto en el sector azucarero y cañero para evitar que la tensión pueda romper una rama de la cual dependen miles de familias”, comentó.
Apuntó que en este proceso ambas partes “deben seguir apostando al diálogo, al consenso y al acuerdo para resolver las diferencias”.
Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la CNPR, expresó beneplácito por el interés mostrado por el gobierno federal para que este conflicto llegue pronto a su fin en los términos que establece la ley en la materia. En este contexto, celebró que ayer se haya publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el acuerdo a que llegó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en torno al análisis de la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar.
En entrevista otorgada en Los Pinos, el dirigente de los productores de caña de azúcar dijo que con la publicación del citado acuerdo de la SCJN, dicha legislación –la cual fue impugnada en 2005– “queda en firme”, y señaló que con base en ella es que los productores solicitan a los empresarios un alza de 8.25 por ciento en el valor de la tonelada del producto.
Recordó que la propuesta del sector industrial va en sentido opuesto, pues su oferta es reducir de 12 a 13 por ciento el precio de la caña, lo cual significa un golpe directo a las utilidades de los productores, al reducirlas 50 por ciento.
Acotó que la tonelada de caña vale en promedio entre 380 y 390 pesos, y que la reducción “unilateral” que pretende imponer el sector industrial representa más 40 pesos por cada una.
El dirigente advirtió que la zafra no se abrirá “hasta que tengamos certidumbre en el precio”, y descartó que por el momento pueda haber escasez de azúcar en el mercado, pues los empresarios han afirmado que cuentan con inventarios. No obstante, dijo que si el conflicto se prolonga demasiado, la situación podría cambiar.
Señaló que desde hace 12 semanas se encuentran en reuniones con los empresarios para zanjar el asunto, y que desde hace cuatro hay participación de representantes gubernamentales. “Sentimos que va lento, pero también creemos que es un gran avance la instrucción presidencial para que los asuntos del campo se resuelvan conforme al marco de derecho”, sostuvo Blackaller Ayala.
En tanto, la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar (UNPCA) anunció que iniciará movilizaciones la próxima semana si el gobierno federal no publica en el DOF el precio de referencia de la tonelada de endulzante para el ciclo de zafra 2007-2008, y acusó a las secretarías de Agricultura y de Economía de ser “excesivamente tolerantes” con los industriales, sector que se niega –señalaron– a pagarles un adeudo de mil 600 millones de pesos.
El organismo de la Confederación Nacional Campesina (CNC) estimó que desde el 15 de noviembre, fecha en que se inició la suspensión de la entrega de caña a los 57 ingenios del país, los industriales registran pérdidas diarias por 200 millones de pesos. “Con eso ya nos hubieran dado hasta 14 por ciento”, declaró el presidente de la UNPCA, Daniel Pérez.
En conferencia, el dirigente calificó como falso y especulativo el argumento de los industriales de que les va a afectar la apertura establecida por el TLCAN para enero de 2008.