La medida tiene fuerte impacto interno, a horas de las elecciones legislativas
Promulga Putin ley que declara moratoria de Rusia en su participación en el FACE
La decisión, respuesta a planes de EU de emplazar un radar e interceptores en Europa del este
El presidente le arrebata a los comunistas su principal reivindicación en política internacional
Moscú, 30 de noviembre. El presidente Vladimir Putin promulgó hoy la ley que declara la moratoria de Rusia sobre su participación en el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) y, con ello, desafía en términos militares a Estados Unidos y sus aliados europeos, pero también le hace un guiño al importante sector del electorado que añora los tiempos en que este país tenía un indiscutido estatus de gran potencia.
La suspensión de las obligaciones rusas en el FACE, en respuesta a los planes estadunidenses de emplazar en la parte oriental del continente una estación de radares y una decena de interceptores dentro de su sistema de defensa antimisiles, entrará en vigor la noche del 12 al 13 de diciembre.
A dos días de que se celebren aquí elecciones para renovar la Duma (Cámara baja del Parlamento), de cuyos resultados depende el esquema que aplique Putin para mantener el poder cuando deje formalmente el Kremlin en marzo siguiente, la decisión de seguir adelante con la moratoria tiene un fuerte impacto interno.
Sobre todo porque priman los intereses de Rusia y no cede a las presiones foráneas de reconsiderar su abandono. Todavía ayer, Estados Unidos y sus socios europeos, en el contexto de la reunión ministerial anual de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, hicieron un vehemente llamado a Rusia a “encontrar un consenso” sobre el FACE.
De alguna manera el Kremlin le arrebata al Partido Comunista, depositario del legado de la Unión Soviética, una de sus principales reivindicaciones en materia de política exterior, al tiempo que se intensifica la campaña mediática para identificar a los comunistas sólo con lo peor del régimen soviético, lo que ha causado mella en su electorado potencial.
En cualquier caso el Partido Comunista es consciente de que entrará a la nueva Duma como único partido de oposición (moderada y relativa), que estará dominada por seguidores de Putin.
Sin poder quitarse los lastres del pasado y ante su incapacidad para renovar su equipo dirigente y formular un programa de gobierno alternativo, más allá de su electorado tradicional, cada vez más exiguo en la medida en que fallecen de muerte natural las personas de edad avanzada que añoran los tiempos de la Unión Soviética, el Partido Comunista tiene que resignarse a seguir siendo, quién sabe hasta cuándo, la segunda fuerza política del país.