Se trata de “un reconocimiento a la poesía misma”, expresa a La Jornada
Distinguen al poeta Juan Gelman con el Premio Cervantes 2007
La primera felicitación la recibió de su nieta uruguaya, a quien el autor argentino encontró tras 23 años de búsqueda
El amor, la muerte y la niñez figuran entre sus obsesiones literarias
Su obra literaria posee musicalidad y ritmo, sin claudicar en su compromiso social y político, elogia el jurado
Ampliar la imagen Juan Gelman reconoce que los demás finalistas del máximo galardón de las letras hispánicas son escritores notables, como el Nobel colombiano Gabriel García Márquez, el mexicano José Emilio Pacheco, la peruana Blanca Varela y el uruguayo Mario Benedetti. En la imagen, el poeta argentino en mayo de 2006 Foto: Yazmín Ortega Cortés
El poeta argentino Juan Gelman, quien fue distinguido con el Premio Cervantes 2007, señaló que el galardón, más allá de la circunstancia personal, “es como un reconocimiento a la poesía misma que no tienen las grandes editoriales, porque no es vendible, y también es un desconocimiento del valor de la poesía. Eso a mí me conmueve mucho”.
Gelman, quien se manifiesta emocionado por haber obtenido el premio, expresó que “los cinco o seis candidatos que mencionaron los periódicos son escritores, no sólo amigos míos, sino poetas de primera fila, como Nicanor Parra, (Mario) Benedetti; también (José Emilio) Pacheco fue candidato al galardón.
“Realmente cuando vi a Juan Marsé y Juan Goytisolo entre los aspirantes, y a los que mencioné, como Blanca Varela, pensé: no, Juan, a vos no, pero resultó que sí”.
La marca del exilio
En entrevista telefónica, después de buscarlo en su estudio de la ciudad de México, el poeta argentino indicó que hay dos fenómenos para publicar poesía: el negativo es que las dificultades aumentaron para los jóvenes poetas, y el positivo es que hay una serie de pequeñas editoriales, también en este país, que editan poesía; “esto permite que el lector de ese género tenga la posibilidad de leerla y gozarla”.
El galardonado, quien reside en México desde hace 30 años, explicó que el exilio lo marcó de algún modo, “porque toda circunstancia exterior, sobre todo la brutalidad del exilio, que influye en la subjetividad de cada quién como influye en las relaciones personales, los ideales, en la vida; de manera que sí influyó, no sé bien de qué modo”.
Temas como el amor, la muerte, la infancia, la justicia social y la fraternidad inspiran a Gelman, quien recordó que durante los años 30 del siglo pasado su hermano mayor, que nació en Ucrania y era un gran lector, le recitaba poemas rusos de Pushkin, “aunque no entendía nada, me atrapaban la musicalidad y el ritmo; así empezó mi formación literaria”.
Su nieta uruguaya, a la que encontraron después de 23 años, fue la primera persona que lo llamó para felicitarlo: “Eso fue muy emocionante, fue la primera felicitación que recibí en el día”.
Entre las reacciones generadas por la noticia, el poeta mexicano Alberto Blanco señaló que Juan Gelman es uno de los mejores poetas de lengua española y que los méritos que avalan el nuevo reconocimiento a su trabajo, con el Premio Cervantes no tienen vuelta de hoja.
“La obra de este poeta ha sido fiel desde un principio a una voz apasionadamente personal. Una voz inconfundible que desde su primer libro de poemas, Violín y otras cuestiones, fue reconocida por su calidad”.
Secuelas de la dictadura militar
Gelman, de 77 años, nació en Argentina, país que lo empujó al exilio tras el golpe militar en la década de los 70 que derivó en una férrea dictadura que persiguió, asesinó y desapareció a miles de personas, entre ellas a familiares directos del poeta galardonado con el Premio Cervantes.
La poesía de Gelman ha sido una de las más reconocidas en su país, donde recibió el Premio Nacional de Poesía, y en México fue distinguido con el galardón Juan Rulfo.
El jurado del Premio Cervantes, presidido por el ministro de Cultura español, César Antonio Molina, y por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, decidió finalmente elegir a Juan Gelman tras realizar varias votaciones, en las que se desecharon otras candidaturas, como la del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, del poeta mexicano José Emilio Pacheco y el poeta uruguayo Mario Benedetti.
Gelman señaló a la cadena de televisión estadunidense CNN –pues se negó a recibir a los demás medios de comunicación– tras conocer la concesión del galardón, que aunque su obra más conocida es la de tema político, “también tengo otras obsesiones, como los temas eternos de la poesía: el amor, la muerte y la niñez”.
Como es tradición en este premio, en cumplimiento de una regla no escrita desde su fundación, los galardonados se van alternando en función de su origen: un año lo recibe un español –el de 2006 recayó en el poeta asturiano Antonio Gamoneda– y al siguiente se reconoce a un latinoamericano.
Lo anterior explica el hecho de que las candidaturas de autores españoles fueran las que menos opciones tuvieran en esta versión del Premio Cervantes, como fue la del novelista y ensayista Juan Goytisolo, la del catalán Juan Marsé o la de Antonio Muñoz Molina.
Sin embargo, de las candidaturas de escritores latinoamericanos había nombres de enorme prestigio y calidad literaria, como los citados García Márquez y José Emilio Pacheco, pero también la del poeta de la “antipoesía”, Nicanor Parra, o la peruana Blanca Varela.
Llama la atención el hecho que la que, en teoría, era la candidatura más consistente y aclamada por su importancia en la literatura contemporánea, la del Nobel colombiano García Márquez, ni siquiera llegó a las deliberaciones finales y definitivas, que se dirimió entre cuatro finalistas: Juan Gelman, Blanca Varela, José Emilio Pacheco y Mario Benedetti.
El jurado, el cual no explicó los motivos, como es tradición, de su rechazo al resto de las candidaturas, estuvo integrado por Víctor García de la Concha, César Antonio Molina y Antonio Gamoneda, como autor galardonado en la versión anterior; Francisco Albizúrez, designado por la Academia Guatemalteca de la Lengua; José Miguel Ullán, nombrado por el ministro de Cultura; José Manuel Sánchez Ron, designado por el secretario de Estado de Universidades e Investigación; María de los Ángeles Pérez López, designada por la directora del Instituto Cervantes; Amalia Iglesias, designada por la directora de la Biblioteca Nacional; Martín Caparrós, designado por el director general de Cooperación y Comunicación Cultural; Alfredo Conde, designado por el director general de Libro, Archivos y Bibliotecas.
Como secretario de las sesiones de votación ejerció el cargo Rogelio Blanco Martínez, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, y como secretaria de actas fungió Mónica Fernández Muñoz, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
Jurado con marcado acento gubernamental
La composición del jurado del Premio Cervantes de Literatura le confiere un marcado carácter gubernamental, ya que ocho de los integrantes de ese cuerpo colegiado son representantes de la administración, lo que en ocasiones provoca suspicacias sobre la intencionalidad política del premiado, como ocurrió con Francisco Umbral, un escritor próximo al derechista Partido Popular que fue galardonado durante la etapa de gobierno de José María Aznar.
En el caso del poeta argentino, el jurado reconoció “la musicalidad y el ritmo de las palabras sin abandonar el compromiso social y político que caracteriza toda su obra literaria”.
También destacó la permanente lucha de Juan Gelman por los derechos humanos y su incansable denuncia de los crímenes atroces que se cometieron en su país, Argentina, en los años de la dictadura de las juntas militares (1976-1983).
El Premio Cervantes, dotado de 90 mil euros, se entregará, como es tradición, el próximo 23 de abril en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en un acto que preside el jefe del Estado español, el rey Juan Carlos.
Entre la bibliografía de Juan Gelman, destacan los siguientes títulos: Violín y otras cuestiones (1956), Cólera buey (1965), Los poemas de Sidney West (1969), Carta Abierta (1980), Bajo la lluvia ajena (1980), Hacia el Sur (1982), y Eso (1983-1984).