Anuncia el fin de su huelga de hambre e informa que emprende otras estrategias de lucha
Encabeza Elvira Arellano protesta contra senadores estadunidenses
Los visitantes, que se reunieron con sus homólogos mexicanos, se limitaron a reir
Ampliar la imagen Elvira Arellano encabezó en el Senado una protesta contra las deportaciones de migrantes en Estados Unidos. En ese recinto se encontraba una delegación de legisladores estadunidenses Foto: Carlos Ramos Mamahua
Con pancartas en las que exigían alto a las redadas y deportaciones masivas de migrantes en Estados Unidos, y con un altavoz para amplificar sus consignas en favor de la legalización de connacionales, la activista Elvira Arellano despidió a los congresistas estadunidenses que salían del Senado de la República, a donde acudieron con sus contrapartes mexicanos para hablar sobre la Iniciativa Mérida, programa binacional de lucha contra el narcotráfico y crimen organizado.
Así, antes de abordar el autobús que los llevó al hotel Sheraton Centro Histórico, donde comieron con los coordinadores parlamentarios del Senado, los congresistas estadunidenses escucharon quejas contra las deportaciones, que en este año llegarán a un millón de migrantes mexicanos, según las cifras de algunos consejeros del Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
Fue pasado el mediodía cuando Elvira Arellano, en compañía de una docena de simpatizantes, se movió del plantón y huelga de hambre que desde el lunes pasado mantiene frente a la embajada de Estados Unidos, en Paseo de la Reforma, a la sede senatorial en las calles de Donceles y Xicoténcatl.
Ahí mismo, tras la partida de los legisladores y su larga escolta de seguridad, la activista Arellano anunció la suspensión de su huelga de hambre que llegó ayer a 14 días, los cuatro últimos frente a la embajada de Estados Unidos. Dijo que esta pequeña parte de la lucha había concluido con la denuncia de las políticas de odio y racismo que se dan actualmente en contra de los migrantes en Estados Unidos.
La idea, explicó, era que los legisladores no se fueran solamente con el tema de seguridad y la Iniciativa Mérida, sino que también escucharan que el tema migratorio está afectando de manera muy grave a miles de familias mexicanas, generando una crisis humanitaria de separación forzada. Denunció que las redadas también se hacen en las casas o departamentos en las madrugadas, llevándose a uno o hasta los dos padres de familia para deportarlos, y dejando en la indefensión a los menores.
Mientras se daba el saludo protocolario de los legisladores mexicanos y estadunidenses, la activista no dejó de corear consignas, que pronunció en inglés cuando el grupo de siete legisladores estadunidenses y el embajador Antonio Garza salían del recinto y se encaminaban hacia el autobús. Algunos de ellos ni voltearon, otros sólo sonrieron, para luego subir al vehículo.
Arellano informó que hoy mismo regresará a Michoacán, para atender a su hijo Saúl de 8 años de edad, a quien dejó bajo el cuidado de su hermana, y que del 7 al 9 de diciembre, en la ciudad de Tijuana, acudirá a una reunión internacional sobre derechos humanos.