Presenta en Oaxaca cinco programas sectoriales
Promete Felipe Calderón erradicar pobreza extrema
Instruye al gabinete para cerrar brecha de la desigualdad
Santiago Yogana, Oax., 29 de noviembre. Al prometer que erradicará la pobreza extrema de México, el presidente Felipe Calderón advirtió que de nada sirve que los legisladores proclamen leyes muy resonantes acerca de los derechos de los mexicanos y la Constitución diga palabras muy bonitas, si a final de cuentas la gente no tiene para vivir.
El michoacano distinguió al polémico gobernador de Oaxaca, el priísta Ulises Ruiz, al presentar en esta entidad los programas de Educación, Salud, Medio Ambiente, Desarrollo Social y Reforma Agraria, que en esencia contienen un listado de metas ya enunciadas en el Plan Nacional de Desarrollo.
Para ello, el priísta dispuso de una colorida recepción en éste, uno de los municipios más desfavorecidos de la región de Oaxaca. Ambos mandatarios fueron obsequiados con collares de flores y canastas de regalos por jóvenes ataviadas con vestidos indígenas.
Al darle la bienvenida al panista, el oaxaqueño elogió la mano firme del gobierno y ofreció “trabajar a su lado hombro con hombro en favor de los que menos tienen”. Afirmó que en Oaxaca el Presidente tiene amigos que quieren avanzar con lealtad y con firmeza porque saben que el rumbo del Estado está ligado al destino de la nación.
Tras señalar que se encontraba en uno de los estados más pobres de México, con 68 por ciento de su población en la miseria, el Presidente ofreció trabajar “más duro” para ayudar a la gente.
Aunque también aprovechó para presumir que, a diferencia de antes, cuando se presentaban los planes sectoriales “muy religiosamente, ahora sí que cuando Dios dijera” o hasta el final del sexenio, él instruyó a los secretarios para que los elaboraran antes de concluir el primer año de gobierno.
Acompañado de los titulares de cinco secretarías de Estado, argumentó que “era importante hacer (los programas sociales) al mismo tiempo, porque luego –ustedes saben como es esto– cada secretaría jala por su lado, cada quien reza para su santo y andan las dependencias de gobierno ahora sí que, como en aquel pelotón, en donde cada quien agarraba su paso solito para no perderse”.
Por eso, señaló que dio la órdenes al gabinete: “Pónganse de acuerdo todos y cada acción que ustedes hagan vaya al mismo objetivo”, que consiste en erradicar la pobreza extrema y cerrar las brechas de la desigualdad.
Al explicar las directrices de su política social, dijo que no se trata de que el gobierno haga todo, sino que cada persona tenga la posibilidad de superar la pobreza.
Tras insistir en que de poco sirve un derecho por muy elegante que esté escrito en la Constitución o la ley si no se puede ejercer, felicitó a los legisladores, que aprobaron la reforma fiscal. “Hay que reconocerlo también, a pesar de que luego parece deporte criticar mucho a los legisladores, yo lo he sido, y la verdad es que valoro su esfuerzo”.
Como parte de su oferta, aseguró que mantendrá el Programa Oportunidades, porque no es de esos gobernantes que “le dan borrón a los programas que había nada más porque eran del anterior”.
Antes, la secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Zavala, se encargó de matizar el ofrecimiento de Calderón al aclarar en su discurso que se trata de reducir la pobreza extrema en 30 por ciento para 2012, o sea, 4 millones 300 mil personas menos que en la actualidad.
Rebatiña por planes sectoriales
Mientras el panista recorría la valla metálica para despedirse de la concurrencia, en un extremo del campo deportivo los humildes pobladores se arremolinaron para recibir unas bolsas de papel que te-nían impreso el Escudo Nacional y la leyenda “Presidencia de la República”.
Creyendo que se trataban de otra clase obsequios, las personas se arrebataban las bolsas y no fueron pocos los decepcionados cuando descubrieron que adentro sólo había folletos de los programas sectoriales con las conocidas y reiteradas promesas gubernamentales.