La libertad de expresión no garantiza derecho a la calumnia, asevera el ex senador

Desmienten Corral y Carrasco que la reforma electoral limite a radio y tv

Académico del ITAM dice que los cambios reducen los “beneficios de las campañas negativas”

Georgina Saldierna

El presidente de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, Diódoro Carrasco Altamirano, rechazó ayer que la reforma secundaria en materia electoral pretenda aplicar la censura a los medios de información electrónicos, como han señalado los concesionarios de radio y televisión.

Señaló que hay una percepción equivocada de las propuestas del anteproyecto, cuya redacción se está tratando de precisar para eliminar dudas sobre su alcance.

Por su lado, el priísta Samuel Aguilar aseguró que el Congreso no se dejará intimidar ni chantajear por nadie, ni se prestará para favorecer intereses particulares. Ello luego de la campaña de los concesionarios contra los partidos políticos.

Aseguró que la reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) representará otro ejercicio de consenso entre todas las fuerzas políticas del país, en el que se respetará plenamente la libertad de expresión.

De hecho, manifestó que los grupos parlamentarios en ningún momento han planteado violentar el derecho de los mexicanos a expresarse libremente.

Mientras, el ex senador Javier Corral defendió la aprobada reforma electoral, luego de recordar que impedirá a los partidos políticos la contratación de espots en medios electrónicos de información.

Por esa vía, dijo, se erogaron más de 20 mil millones de pesos tanto en elecciones federales como estatales a lo largo de seis años, gasto que ahora se ahorrarán los ciudadanos, enfatizó.

Corral Jurado participó en un panel sobre reforma electoral que organizaron la Fundación Konrad Adenauer y la Rafael Preciado, donde el académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) Federico Estévez criticó el cambio constitucional, entre otros motivos, porque “deja de lado los beneficios que pueden traer las campañas negativas”.

De ellos, enumeró la difusión de información para sectores de la población desinformados y apáticos, la posibilidad de motivar a estos segmentos a participar en el proceso electoral y poner en la mesa del debate temas polémicos de la agenda nacional.

Refirió que la reforma constitucional no mejora la credibilidad de los candidatos en campaña, pero sí promoverá que los partidos se enfoquen en el “trabajo de tierra”, lo que implica el reparto de despensas y que ahora los gobiernos locales estén a su servicio.

Recordó que una de las pretensiones de la iniciativa aprobada era evitar la polarización, pero previó que eso no se logrará, pues existen condiciones para generar un enfrentamiento mayor al ocurrido el año pasado. Entre ellas se encuentra la fragmentación del electorado entre uno “de primera”, bien informado, y otro “de segunda”, mal informado.

Corral manifestó su disenso con Estévez y resaltó que el eje más importante de la reforma es el relativo a los medios de información y la prohibición para que los partidos compren espots publicitarios.

Rechazó que los cambios constituyan un atentado contra la libertad de expresión, al resaltar que esta garantía no incluye “el derecho de calumnia”.

Sobre la relación de los partidos con los medios electrónicos de información, expuso que la contratación de publicidad daba pie a corrupción y discriminación. Por ejemplo, televisoras y radiodifusoras daban tarifas preferenciales al partido en el poder, mientras que a la oposición se le cobraba más.

Por otra parte, Carrasco Altamirano insistió en que aún sigue a discusión el proyecto de iniciativa de reforma electoral y que lo propuesto no contempla la censura. Por el contrario, el documento ratifica la garantía constitucional del derecho a la libertad de expresión, subrayó.

Negó que se pretenda dar línea a los conductores de noticiarios o analistas. Sí habrá sanciones, pero para aquellos que actúen en franca rebeldía y no acaten los lineamientos del IFE, subrayó el ex gobernador de Oaxaca.