Balance de la Jornada
Tuzos: ausencias, malos refuerzos y divorcio con el arbitraje
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David Patiño ganó el duelo a Daniel Brailovsky, ambos como técnicos de remplazo para esta campaña
Foto: Víctor Camacho
Los reclamos y las acres críticas a la repesca lanzadas por Ricardo Tuca Ferretti todavía están retumbando en las orejas de los federativos, pero por fin comenzará la liguilla con duelos en cuartos de final que lucen parejos, excepto el Santos-Morelia. Toluca-Pumas, Atlante-Cruz Azul y Chivas-San Luis son una moneda al aire.
Cruz Azul y Morelia son el último par de invitados, que contra los pronósticos dejaron fuera a los favoritos: Pachuca y América. La Máquina blanqueó al monarca y con ello ganó confianza y motivación; sin embargo, fue mucho lo que dejó de hacer el cuadro de Enrique Meza. Otra cosa será ver a los celestes ante un sólido Atlante.
A pesar del arbitraje de Abramo Lira, Morelia echó al América del Ruso Brailovsky y puede convertirse en el caballo negro, tiene todo por ganar y nada que perder a la hora de ir ante el superlíder Santos Laguna. Toluca y Pumas son una promesa de buen futbol, y nadie debe desdeñar al San Luis de Raúl Arias, aunque las hordas de aficionados estarán sin duda del lado de las populares Chivas.
Más allá de las ausencias de Miguel Calero por enfermedad y de Aquivaldo Mosquera por su traspaso al Sevilla en 8 millones de euros, de lo poco productivos que resultaron los refuerzos Rafael Márquez y Luis Gabriel Rey, así como el fiasco llamado Julio Manzur y la famosa curva de rendimiento, en el fracaso de Pachuca yace soterrado su divorcio con el arbitraje.
Muy lejanos parecen los tiempos felices en que el equipo de Jesús Martínez agasajaba a los hombres de negro en sus restaurantes. Hasta el vestidor de árbitros llegaban aromáticos pastes y fruta fresca, así como toda suerte de atenciones.
Si hay un gremio unido en el balompié es el de los nazarenos, y el rompimiento con Tuzos surgió casi con la imposición de Aarón Padilla –quien no proviene de las filas de los silbantes– promovida por Justino Compeán. Hubo una intentona para destituirlo y ubicar a uno de los suyos que aplacó el titular de la Federación Mexicana de Futbol y de paso exhibió al cuerpo arbitral.
Los silbantes han aplicado todo el rigor al Pachuca a raíz del incidente del técnico Enrique Meza con Jaime Herrera en el partido contra Santos, cuando el auxiliar se burló de la poca puntería del equipo hidalguense; el Ojitos llevó la queja a Jesús Martínez y éste a su compadre Aarón Padilla, quien puso los lazos de amistad por encima de sus deberes laborales y el necesario sentido de justicia.
Padilla dejó sin chamba dos fechas a Herrera y con ello provocó un efervescente ánimo de revancha entre los hombres de negro, quienes no han perdonado nada al cuadro tuzo.
Lo demás ya es historia; Pachuca terminó convertido en el equipo más indisciplinado y Meza, el sábado en la conferencia de prensa luego de la eliminación ante Cruz Azul, amargado por la roja contra Fausto Pinto, rechazó la idea de una persecución: “tendríamos que ser muy importantes y creo que no lo somos”, dijo.
Pintoresca resultó la presentación de la nueva playera del Tri. Hugo Sánchez señaló que si México tiene “a los mejores políticos, doctores, abogados, contadores y a los mejores dentistas, la selección estará más cerca de serlo (la selección más grande del mundo)”. Hasta antes de esta frase, que hizo recordar sus fotos con el gobernador de Puebla previas al México-Panamá, todo iba en tono aceptable.