Cuestionan autoridad del gobierno mexicano para criticar abusos a indocumentados
Descartan expertos que haya reforma migratoria en EU a mediano plazo
Monterrey, NL, 18 de noviembre. Académicos e investigadores del fenómeno migratorio previeron que no habrá una reforma en la materia en Estados Unidos a corto ni a mediano plazos; en cambio, es posible que ese país firme acuerdos bilaterales de tipo administrativo con otras naciones.
Una reforma en la matería permitiría resolver un problema que involucra a unos 13 millones de indocumentados, más de la mitad de origen mexicano, afirmaron.
En el contexto de los diálogos Voces por los migrantes: los derechos no conocen fronteras, realizados en el Forum Universal de las Culturas, debatieron Rodolfo Stavenhagen, Víctor Zúñiga y Agustín Escobar Latapí, que han investigado sobre el tema desde hace más de dos décadas.
Los ponentes señalaron la falta de autoridad moral del gobierno mexicano para criticar los atropellos que se cometen contra compatriotas en Estados Unidos, pues aquí se trata peor a los centroamericanos que intentan llegar al país vecino.
Por la tarde y noche hubo un concierto de cinco horas, al que se esperaba la asistencia de más de 150 mil personas, en el que participaron los grupos Elevador, El Gran Silencio, Jaguares y Los Tigres del Norte, que a su modo se han convertido en militantes por los derechos de los “paisanos” que trabajan en Estados Unidos.
Escobar Latapí, presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Migratorios, no prevé ninguna reforma migratoria en el país vecino, sino sólo “acuerdos administrativos a nivel del Poder Ejecutivo de los dos países”.
Mencionó el estudio La gestión migratoria México-Estados Unidos: un enfoque binacional –que realizaron instituciones nacionales, una fundación de Estados Unidos y la Secretaría de Relaciones Exteriores–, en el cual se propuso la creación de programas de apoyo a los migrantes y que aquí mejoren las condiciones de vida y oportunidades de trabajo.
Víctor Zúñiga, director de la división de educación y humanidades en la Universidad de Monterrey, comentó que hasta muy recientemente los mexicanos residentes en Estados Unidos “salieron del clóset” a defender su identidad, orgullosos de lo que comen, de su cultura, sus tradiciones y origen.
Agregó que nuestros paisanos han sido tratados muy injustamente en Estados Unidos, pero aquí no somos del todo ajenos, pues “estamos llenos de prejuicios hacia ellos; por eso a veces guardan rencores y resentimientos hacia su país, y sobre todo contra el gobierno, que los obligó a salir de su tierra por falta de oportunidades”.
Discriminación en Argentina
Comentó que pocos hablan de la migración sur-sur, que también existe, y dijo que conoció el caso de niños bolivianos en una escuela de Argentina, que “son peor recibidos que nuestros niños mexicanos en Estados Unidos”, y lo mismo pasa con los centroamericanos que son extorsionados y vejados por autoridades mexicanas.
A su vez, Rodolfo Stavenhagen, investigador de El Colegio de México, expuso que a los migrantes de otros países “les damos un trato mucho peor que el que reciben los mexicanos en Estados Unidos y es algo que nuestros gobiernos no quieren ver”. Por eso, “con qué autoridad moral le podemos decir al mundo ‘miren lo que está pasando con nuestros migrantes’”.
Mientras, Escobar Latapí expresó que los problemas que hoy ocupan la agenda pública de Estados Unidos son la economía y el empleo, mientras el asunto de la migración está en tercero o cuarto lugar.
Agregó que en los últimos 40 años los mexicanos obtuvieron en Estados Unidos una ciudadanía de facto, al tener el reconocimiento del derecho a un empleo, hipotecas para sus casas, acceso a servicios de educación y salud, permiso para conducir e incluso podían votar en algunos estados.
El problema es que en los últimos años los grupos conservadores se han lanzado contra esos beneficios y la sociedad estadunidense se ha polarizado entre los que están a favor y en contra de regularizar a los indocumentados, añadió.
Para Víctor Zúñiga, los migrantes indocumentados no pesan en las campañas de Estados Unidos debido que no pueden votar y, aunque tienen derecho para hacerlo en México, en 2006 no pudieron, por las trabas que les puso el Instituto Federal Electoral.
En Estados Unidos “hay 11 millones de mexicanos nacidos acá que no pueden votar y, por tanto, no son importantes para las campañas electorales”.