Eleganteces
Así como el Mahler de Herreweghe es transparente, el de Solti es turbulento. Ambas intensidades contrastantes constituyen la novedad de las distintas grabaciones de las obras de Mahler, entre las que destacan las que ha realizado a lo largo de los años el maestro italiano Claudio Abbado, no en balde fundador de la Orquesta Juvenil Gustav Mahler en Lucerna, donde actualmente dirige un festival supremo en su batalla victoriosa contra el cáncer, motivo por el cual dejó la titularidad de la mejor orquesta del planeta, la Filarmónica de Berlín, en manos del inglés Simon Rattle, por cierto, también otro gran mahleriano.
Al frente de la Sinfónica de Chicago, que fue por cierto la orquesta central de Solti, el maestro Abbado dejó registrado hace tiempo la Séptima Sinfonía de Mahler, bajo el sello Deutsche Grammophon en la serie Masters, con su peculiar estilo elegantísimo, sobrio, lúcido y tenaz que da como resultado una intensidad mayúscula, una cualidad mahlerianísima inconfundible.