El subsecretario Thomas Shannon admite que su país “es parte del problema”
Los recursos para la Iniciativa Mérida no son la panacea: funcionario de EU
Los 250 policías y militares mexicanos muertos este año, razón suficiente para el apoyo
En lo que va del año, 250 policías y militares mexicanos han perdido la vida, así como un alto número de civiles, en hechos relacionados con la delincuencia organizada, situación que constituye una “evidencia sólida” de la urgencia que tenemos de enviar recursos a México para la compra de equipo y capacitación de sus fuerzas armadas, advirtió el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon.
“(La gravedad) de ese conflicto no se ha reducido en forma alguna, por tanto, consideramos importante enviar una señal muy clara a nuestros aliados (México y países de Centroamérica) de que comprendemos la emergencia de esta situación y estamos preparados para responder también de manera urgente”, dijo el subsecretario para asuntos de América Latina.
Shannon admitió que los estadunidenses son “parte del problema” por el alto nivel en el consumo de drogas y por el tránsito ilegal de armas hacia México. “Tenemos que compartir responsabilidades para conectar acciones efectivas (…) La corrupción no conoce fronteras”, dijo.
Ayer, el funcionario estadunidense confirmó que fue el presidente Felipe Calderón quien solicitó a su contraparte poner en marcha un plan de colaboración bilateral –y de coordinación con países de Centroamérica– para el combate al crimen organizado, incluido el narcotráfico.
En respuesta a esta petición, el presidente George W. Bush solicitó recursos presupuestales por 550 millones de dólares para financiar la llamada Iniciativa Mérida. De esa cantidad, 500 millones se destinarían a México y el resto para Centro América; sin embargo, se busca que en los tres años siguientes el paquete total sea por mil 400 millones de dólares.
Shannon aclaró que los montos mencionados “no serán una panacea”, pero sí la base para una nueva cooperación bilateral. Precisó que la inclusión de Centroamérica en este programa tiene su origen en una reunión realizada en Campeche, como parte del Plan Puebla-Panamá.
Desconfianza estadunidense
Respecto de las críticas de los legisladores de su país en torno al nivel de corrupción en México, el funcionario dijo que se requiere fortalecer aquí los mecanismos de auditoría para asegurar que los recursos se puedan utilizar para los fines establecidos: capacitación de las fuerzas armadas y compra de equipo para el combate a los delincuentes.
En el primer punto consideró que el entrenamiento no vulnera ni representa un “obstáculo o amenaza” para el Ejército Mexicano ni los planes conjuntos.
Cuestionado sobre la pertinencia de que el presidente Calderón acuda a Washington a exponer sus planteamientos de cooperación bilateral como parte de la Iniciativa Mérida, consideró “positivo” que autoridades mexicanas se reúnan con congresistas de su país. “Habrá muchos viajes de ida y vuelta”, sostuvo.
“Nuestro Congreso tiene que tener una imagen lo más clara posible de lo que sucede en México y Centroamérica; eso ayudará de forma muy importante para sus consideraciones sobre el incremento presupuestal y la solicitud que se ha hecho al respecto”, dijo.
Shannon habló ayer en una videoconferencia desde Washington con reporteros de México y Estados Unidos. Insistió en que la Iniciativa Mérida es “crucial” para la región, porque representará una “reacción inmediata” en el combate al crimen organizado.
El funcionario fue cauto y no dio detalles sobre cómo operarían los planes de capacitación de policías y militares mexicanos, aunque fue enfático en que ambos países deberán vigilar la correcta aplicación de los recursos, lo que incluye auditorías, códigos de conducta, monitoreo, transparencia y rendición de cuentas.
El presidente Calderón, agregó Shannon, está decidido a luchar contra el narcotráfico, flagelo que considera una amenaza a la seguridad nacional de su país, aunque confió que el mandatario y la sociedad mexicanas ganarán la batalla contra este mal.
El subsecretario insistió también en que el Plan Colombia y la Iniciativa Mérida tienen enfoques distintos.