Advierte que el nuevo rector no tiene las manos libres para dar más de lo mismo
La elección de Narro reprodujo vicios como el dedazo y la cargada: Garrido
El ex aspirante a la rectoría exhorta a combatir la embestida de la derecha
El nuevo rector José Narro Robles “deberá entender que no tiene las manos libres para seguir dando más de lo mismo a la comunidad universitaria, porque ésta se mantendrá alerta para defender el proyecto histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)”, aseguró Luis Javier Garrido, ex aspirante a dirigir la institución en el reciente proceso de sucesión.
Ante estudiantes y profesores universitarios reunidos en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía, Garrido opinó sobre la designación de Narro al frente de la universidad. Dijo que “la comunidad de la máxima casa de estudios no quiere un rector que sea un jefe nato de la UNAM, como lo dice la Ley Orgánica, (sino que) queremos un rector que sea un académico más entre sus pares y que coordine simplemente las tareas”.
Exhortó a los universitarios a estar alerta ante la “embestida” del Partido Acción Nacional (PAN) por destruir la institución. “México está inmerso en un proceso de derechización y la UNAM está en el riesgo de que esas fuerzas se aprovechen de la coyuntura para desmantelarla y privatizarla”.
El politólogo y colaborador de La Jornada reiteró que el hecho de que su candidatura, “surgida desde las bases”, fuera escuchada por la Junta de Gobierno fue una victoria de todos los universitarios que “vencieron las resistencias que se manifestaban desde la torre de rectoría para impedir que fuéramos e hiciéramos valer, mediante nuestra voz, la de todos ustedes”; y no porque en la universidad exista una actitud “aparentemente democrática”.
Respecto a su comparecencia ante los 15 integrantes de la Junta de Gobierno, Garrido aseguró que fue una reunión tensa en la que “no se atrevieron a confrontarnos”.
Dijo que ante ese órgano colegiado expuso que las formas “autocráticas de gobierno (en la institución) han llegado a su límite”, además de que “advertimos que habrá una comunidad alerta y en lucha si el siguiente rector intenta destruir la UNAM”.
Garrido –único de los ex aspirantes a la rectoría que se ha pronunciado públicamente por la llegada de José Narro al cargo– señaló que con esa designación “se reprodujeron viejas prácticas del mundo priísta”, como el tapadismo, la cargada, el carro completo, las campañas negras y el dedazo. “Esas prácticas no son dignas de una comunidad universitaria moderna, la comunidad purgará porque se abra el proceso democrático en la UNAM”.
El integrante del Instituto de Investigaciones Sociales exigió que la Junta de Gobierno publique los proyectos que presentaron los ocho candidatos que participaron en el proceso de sucesión de Juan Ramón de la Fuente, que desde el seno de ese órgano se impulsen cambios en las estructuras de poder, y que la burocracia no se imponga sobre la academia, “pues hay profesores de asignatura que cobran cuarenta y tantos pesos por hora (de clase) mientras que existen funcionarios que ganan más de 100 mil pesos al mes.
“La UNAM debe sustentar al México del siglo XXI y no seguir sosteniendo intereses extrauniversitarios (…) las autoridades deben estar acotadas y debemos propugnar por que nuestra institución sea una casa de libertad y cultura”.