Desde Otras Ciudades
Metro expreso
Ampliar la imagen Atardecer en la estación Parque O'Higgins, del Metro de Santiago Foto: tomada de Internet
Los cerebros del metro de Santiago descubrieron que no se trata de tener un pie de plomo para posarlo en el acelerador y devorar kilómetros, sino en alternar estaciones. Menos paradas, menos partidas y se ganan minutos. Tampoco se trata de eliminar los lugares para subir y bajar, sino alternarlos: en un viaje, se para exclusivamente en las estaciones impares, y en el próximo, en las pares.
Es el Servicio Expreso del Metro, en el oriente de Santiago y va desde Tobalaba, en las colonias elegantes de la capital, hasta el suburbio popular de Puente Alto, en el sur de la urbe de cinco millones de personas.
El novedoso sistema se estrenó este invierno austral.
La empresa dispone de trenes con rutas diferenciadas: el convoy verde y el rojo, identificables mediante letreros con el color respectivo ubicados en el frente del tren y en las ventanas laterales de los vagones.
Ninguno para en las 22 estaciones. Sólo lo hacen, alternadamente, en 14 de ellas, coincidiendo en seis paradas comunes.
El gerente de operaciones de la empresa estatal, Jaime Adarme, dijo que todo “funcionó genial” y que el recorrido se hizo en un lapso de unos seis minutos 15 segundos. Eso, aseguró, “ha permitido tener más trenes”.
Si el experto lo dice, a lo mejor así será.