Luis Javier Garrido y José Narro expusieron proyectos ante la Junta de Gobierno

Aparecen provocadores al comparecer otros 2 aspirantes a rector de la UNAM

El politólogo describió que en su encuentro hubo discrepancias y afinidades

El director de Medicina comentó que le fue bien

Encapuchados realizan actos vandálicos tras un mitin

Emir Olivares y Rosa Elvira Vargas

El segundo día de comparecencias de los aspirantes a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ante la Junta de Gobierno (JG) fue de contrastes. Los dos candidatos citados ayer fueron puntuales y presentaron por espacio de tres horas sus respectivos proyectos ante el órgano elector; en tanto un grupo de provocadores aprovechó un mitin estudiantil en rectoría para realizar desmanes.

A las 11 de la mañana, el politólogo Luis Javier Garrido llegó a su encuentro con los 15 integrantes de la JG. Tras su comparecencia, indicó que a pesar de que hubo discrepancias también se presentó un reconocimiento de que existen afinidades y convergencias, “fue un diálogo de universitarios”, señaló.

Reticente a declarar, José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, pidió confiar en este proceso porque, aseguró, “estoy convencido de que la JG tomará la mejor decisión para la UNAM, recaiga en quien sea ese nombramiento”.

Garrido en cambio comentó que acudió ante el órgano elector no para convalidar un mecanismo “antidemocrático”, sino para hacer valer la voz de un sector importante de universitarios quienes creen que es viable democratizar a la casa de estudios.

Admitió que la JG fue “receptiva” a sus propuestas. “Entendió nuestros argumentos; este es un momento histórico para la UNAM, porque por primera vez hay un candidato surgido de la comunidad que tiene la oportunidad de hacer valer su voz”.

Reiteró que su proyecto lleva como ejes el realizar una profunda reforma jurídica a la actual estructura universitaria, la defensa de la universidad pública y gratuita sustentada en los principios de libertad de cátedra e investigación. “Así se los expresamos y así lo entendieron”.

Asimismo, expuso la necesidad de otorgar una especie de amnistía a los “cientos” de estudiantes “injustamente” expulsados durante el rectorado de Juan Ramón de la Fuente.

Narro Robles, quien salió del edificio de la rectoría una hora después de que había terminado la manifestación –que convocó a no más de 200 jóvenes– se limitó a expresar algunas frases ante la prensa. Dijo que su proyecto lleva en su núcleo a la docencia y a los estudiantes y así lo expuso ante los integrantes de la JG.

Expresó que las preguntas que le formularon fueron todas difíciles porque en este proceso, en virtud del compromiso que implica, no hay interrogantes fáciles.

Indicó sin embargo que le fue “muy bien” y resumió que a lo largo de este proceso su mayor satisfacción la tuvo en el contacto que entabló con la comunidad, la posibilidad de encontrarse con muchos universitarios antiguos y nuevos conocidos.

Anunció que en tanto llega la hora del anuncio sobre la designación, honrará a la prudencia y no tendrá más apariciones públicas que las obligadas a su encargo de director de Medicina.

Cuando Narro Robles comparecía ante la Junta, unos de 200 estudiantes y algunos profesores marcharon por el primer circuito de Ciudad Universitaria para concluir con un mitin en rectoría, donde criticaron la gestión de De la Fuente y se manifestaron en contra del proceso de designación.

Con pancartas con leyendas contra siete de los aspirantes, en especial para Narro y el rector, los inconformes exigieron la “democratización” de la institución, la realización de un congreso universitario en el que estudiantes, trabajadores y académicos “conduzcan la transformación de la universidad”. En una de las pintas se leía: “llegaste reprimiendo y te vas imponiendo”.

Pese a que estas acciones se realizaron en paz, al finalizar el mitin unos 30 encapuchados aprovecharon el mitin estudiantil para bloquear la lateral de Insurgentes Sur, lo que provocó la reacción de policías capitalinos. Los uniformados fueron recibidos con piedras, botellas de vidrio y otros objetos que lesionaron a varios policías y peatones que transitaban por el lugar. Asimismo, los encapuchados poncharon llantas e hicieron pintas sobre algunos vehículos estacionados frente a la rectoría.