Abogado acusa a la PGR de proteger a los reales encubridores de Morales Méndez
Presunto defraudador de la CFE se niega a declarar; desvió $200 millones
Las autoridades mantienen arrestados a cinco supuestos cómplices en el ilícito
Alejandro Morales Méndez, detenido el pasado miércoles en Torreón, Coahuila, y quien es considerado por la Procuraduría General de la República (PGR) el artífice intelectual del fraude de más de 200 millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se negó a declarar y a responder preguntas de la autoridad ministerial durante la primera diligencia que se efectuó ayer en el juzgado décimo tercero de distrito del Reclusorio Sur como parte de la acusación en su contra.
Sus abogados no pidieron la duplicidad del plazo constitucional, por lo que a más tardar el próximo domingo la juez federal Silvia Estrever Escamilla determinará su situación jurídica.
Morales fue notificado ayer tras la rejilla de prácticas de ese juzgado sobre los cargos penales que enfrenta.
Fue llevado al Reclusorio Sur a las cuatro de la mañana del jueves. De inmediato quedó a disposición de la juez Estrever Escamilla, quien no permitió el acceso a los medios de comunicación durante la diligencia.
Alejandro Morales Méndez, ex jefe de la unidad administrativa de la Subdirección de Transmisión de la CFE, logró construir desde 2004 una “empresa familiar” mediante millonarios desvíos mensuales de la paraestatal, que depositaba en cuentas bancarias a nombre de él, hermanos, hijos, padres y personas de su confianza.
Según consta en la causa penal 96/2007, en poder de este diario, los desvíos le permitieron adquirir automóviles de lujo, ranchos, departamentos y residencias en diversos estados del país, así como invertir en pequeños comercios, con el propósito de lavar el dinero que obtuvo de manera ilícita durante varios años.
El presunto cerebro financiero del fraude por más 200 millones a la CFE, contó con el apoyo de servidores públicos de la Subdirección de Transmisión, con cargos de jefaturas, y de cajeros de la paraestatal que operaban el sistema electrónico Mysap-R3, que el propio Morales Méndez creó.
Con la transferencia de depósitos, que se efectuaban cada mes desde la CFE –que tiene conexión directa con una cuenta abierta en el banco HSBC–, Morales Méndez consiguió depositar recursos en varias ocasiones a diversas cuentas de sus familiares.
Hasta el momento, la PGR ha logrado procesar a Julián García Aguado, María Elena Guerrero Escamilla, Clemente Valencia, Ismael Espinosa Reyes y Diana Gutiérrez Molina, por ser presuntos responsables del delito de fraude, en complicidad con Alejandro Morales.
En los próximos días, como parte del proceso, el abogado Alejandro Ortega Sánchez, defensor de Guerrero Escamilla, solicitará que se realicen careos entre Morales y los coacusados, porque “en el caso de mi defendida sólo la embaucaron en este asunto, porque era la cajera y tenía una clave especial a la que también tuvo acceso Alejandro Morales; si este sujeto dijera la verdad se demostraría que mi clienta no tuvo nada que ver”.
A decir del litigante, la PGR protege a los verdaderos encubridores y cómplices del ahora detenido, en referencia a diversos servidores públicos de la CFE, de los que no mencionó sus nombres, pero de quienes dijo “siguen gozando de cabal libertad y conservando su trabajo”.
El argumento de defensa planteado por la mayoría de los inculpados es que si bien tenían acceso a la clave de transferencias del sistema Mysap (con el que se realizaban los pagos de nómina y a proveedores de la CFE), todos los movimientos se hicieron entre las cinco y seis de la mañana cada fin de mes, cuando el personal de la paraestatal aún no ingresaba a laborar.