La maniobra requirió siete horas de ardua labor
Especialistas retiran los cuatro fragmentos de la Tlaltecuhtli
Alrededor de siete horas fueron suficientes para que especialistas del INAH concluyeran el traslado del monolito de Tlaltecuhtli –hallado en el predio las Ajaracas– hacia cuatro tarimas construidas ex profeso para restaurar y conservar la colosal pieza; este hecho marcó el inicio de las excavaciones arqueológicas en busca de las tumbas de reyes y altos jerarcas mexicas.
Las hipótesis vertidas hace poco más de un año, cuando fue descubierta Tlaltecuhtli, indican –de acuerdo con los arqueólogos Leonardo López Luján y Eduardo Matos Moctezuma– que debajo de la gran escultura se hallan depósitos funerarios con los restos del emperador Ahuízotl o altos dignatarios mexicas, cuya incógnita será develada en los meses subsecuentes.
La restauradora Virginia Pimentel explicó que desde la mañana de este lunes comenzó el traslado del monolito de 12 toneladas, que se encuentra fraccionado en cuatro partes, hacia una “casa provisional” que se está habilitando en la calle de Argentina, justo arriba del lugar donde fue descubierta el 2 de octubre de 2006.
En ese sitio será colocada una cabina para limpiar, proteger y devolver su esplendor a la escultura, que hasta ahora es considerada una de las piezas prehispánicas con mayor gama de colores.
Pimentel dijo que los trabajos en la Tlaltecuhtli se realizarán de manera paulatina y, por tanto, no se tiene alguna fecha en la que podrían terminar la restauración y conservación de la deidad.
Leonardo López Luján, coordinador del Proyecto Templo Mayor, explicó: “El movimiento comenzó este lunes a las 7:30 de la mañana y concluyó a las 15 horas. Se utilizó una grúa para 140 toneladas de peso, que también trasladó a la Coyolxauhqui y otros monolitos.
“La maniobra fue de gran complejidad técnica, pero todo fue un éxito; los cuatro fragmentos que conforman el monolito de la diosa de la Tierra, Tlatecuhtli, fueron desplazados uno a uno con el mayor de los cuidados.”
Se colocaron sobre bases especiales en la hoy cerrada calle de Argentina, donde será construida una caseta que proteja los fragmentos, donde laborará durante varios meses el equipo de restauradores. Ya restaurado el monolito, será ubicado nuevamente a unos metros de su posición original para que sea visto por el público.
Explicó que el equipo que encabeza empezará las excavaciones en el área que ocupaba el monolito “con el fin de corroborar o desechar la hipótesis de la tumba real”.