Grietas y construcciones de mala calidad, entre las causas: Prosoc
Unidades habitacionales, un riesgo para residentes
En el norte, como en el sur del DF, el escenario es el mismo, señala
Ampliar la imagen Defecto en el techo de una de las viviendas en la unidad Hectómetro Vallejo, en la avenida Margarita Maza de Juárez Foto: Yazmín Ortega Cortés
Ampliar la imagen La procuradora social, Clara Brugrada (en primer plano), recorrió unidades habitacionales consideradas de “alto riego” en las delegaciones Gustavo A. Madero y Azcapotzalco. En la imagen de arriba, aspecto exterior de la unidad SCT, en la calzada Vallejo Foto: Yazmín Ortega Cortés
Edificios agrietados, en declive a punto del colapso en efecto dominó y otros con hundimientos generalizados de casi un metro, proclives a sufrir severas inundaciones de aguas negras, así como fallas en la estructura de muros, en algunos casos con un alto grado de fugas de agua, son parte de las características que presentan las unidades habitacionales de la ciudad de México catalogadas por las autoridades capitalinas como de “riesgo crítico” para sus habitantes.
Ubicadas en el norte, en delegaciones como Azcapotzalco o Gustavo A. Madero, y en el sur, como Xochimilco, el escenario es el mismo, debido a múltiples factores, pero en particular al paulatino hundimiento que registra la capital, como resultado de la explotación de los acuíferos y la presencia de grietas geológicas, que se suman a otras circunstancias como el uso de material o procesos de construcción de mala calidad, a decir del especialista Julio Millán, asesor técnico de la Procuraduría Social (Prosoc).
Un caso emblemático se registra en la unidad SCT Vallejo, construida en 1992 por el Fovissste, donde dos edificios de los 11 que integran el conjunto habitacional ya fueron desalojados, luego de que tras intentar estabilizar los inmuebles con pilotes hace cinco años, la inclinación de los mismos continuó y dañó sus estructuras, por una grieta en el subsuelo que se presume existe en el lugar.
Pero, en el edificio C, que presenta también una inclinación, tres de sus 10 departamentos aún están habitados. Guadalupe Ibáñez Mondragón, quien vive en el primer piso, asegura que en su momento el Fovissste hizo los estudios técnicos correspondientes y tras conocer los resultados entregó créditos por 200 mil pesos a los inquilinos para su reubicación, pero en su caso, no los aceptó porque estos recursos resultaban insuficientes.
Una situación similar se vive en la unidad habitacional ubicada en avenida Prolongación División del Norte número 5234. Con un dictamen realizado por el Sistema de Aguas de la ciudad de México (SACM), don Joaquín González de la Vega explica que las viviendas construidas horizontalmente hace 32 años están asentadas en lo que fuera el lago de Xochimilco, y el predio registra hundimientos diferenciales de 12 centímetros por año.
Lo anterior ha provocado que la red de drenaje presente tramos en contrapendiente, lo que provoca que el sistema de desalojo de las aguas generadas en la unidad se encuentre sobrecargado. “Para nosotros no hay diferencias, en tiempos de estiaje o de lluvias nos inundamos”, precisa don Joaquín, quien asegura que las autoridades delegacionales y la Prosoc ofrecieron un plan de rehabilitación a 10 años, pero cuando terminen “estaremos en la misma situación que ahora”.
En la unidad Hectómetro Vallejo, en la Gustavo A. Madero, las quejas tienen que ver con el sistema constructivo que fue empleado en las obras. “Las instalaciones hidráulicas están mal hechas y en las azoteas las impermeabilizaciones no fueron resueltas, lo que en su conjunto hace que las filtraciones de agua recorran paredes, puertas y ventanas”, detalla el ingeniero Juan Vázquez, asesor de los inquilinos.
Esta situación surgió hace poco más de un año, explica doña Pascuala Chávez, quien habita el departamento 403 del edificio B, uno de los más dañados. “El problema es que cuando abrimos las llaves de paso del agua potable, toda la casa empieza a gotear, ya no sé para donde hacerme”, dice esta mujer, que como único recurso ha dispuesto en todas sus paredes, incluso en el clóset, una especie de canaletas de plásticos y cubetas para acaparar el líquido.
De acuerdo con la titular de la Prosoc, Clara Brugada, que junto con personal de Protección Civil y de la Secretaría de Obras realiza un diagnóstico sobre los factores de riesgo en 450 unidades habitacionales, se busca identificar qué tipo de acciones se requieren en cada caso para resolver las diferentes problemáticas.
“Vamos a firmar un convenio de colaboración con Protección Civil y Obras, en algunos casos, a lo mejor los recursos de la Prosoc son suficientes, pero en otros tenemos que actuar de manera conjunta el próximo año”, apuntó la funcionaria.
Sin embargo, el escenario a futuro no es el más favorable. El ingeniero Julio Millán consideró que el menor de los problemas es cuando se trata de falta de mantenimiento en los inmuebles, pero la gravedad aumenta cuando se trata de hundimientos diferenciales por la extracción de agua.
“Ahí difícilmente el problema se podrá resolver de manera definitiva, existen técnicas para enderezar los edificios, pero se tendrá que monitorear el lugar de manera permanente, al igual que donde existen grietas o líneas geológicas inestables”.