Aval de Semarnat a administradora; a cambio, ésta ofrece restaurar humedales y bosques
Destruirán 20 hectáreas de manglar para ampliar un puerto en Colima
Ampliar la imagen Manglares en la laguna de Cuyutlán, en Colima. La Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno del estado no ha informado sobre alguna acción de la Administradora Portuaria Integral para rehabilitar 75 hectáreas de esta zona Foto: Verónica González Cárdenas
Manzanillo, Col., 4 de noviembre. Con la tala de cuatro hectáreas de manglar de la laguna de San Pedrito que la Administradora Portuaria Integral (API), realizó en los últimos días de octubre, comenzaron los trabajos de ampliación del puerto colimense, lo que implicará la destrucción de 20 hectáreas de manglar y el deterioro del citado ecosistema.
A cambio, la API se comprometió a restaurar 75 hectáreas de manglar en las lagunas del Valle de las Garzas y Cuyutlán, por lo que ya tiene todos los permisos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para el proyecto.
La ampliación del puerto colimense forma parte del proyecto Puerto de Manzanillo, Programa Maestro de Desarrollo 2000-2010, que implica la construcción de siete posiciones de atraque para barcos, la ampliación de áreas para manejo de contenedores y patios para almacenar carga, la construcción de vialidades y el dragado para el incremento de la superficie de agua del puerto. La obra tendrá una extensión de 98 hectáreas y afectará en forma directa 20 hectáreas de manglares y humedales costeros de la laguna de San Pedrito, donde se encuentra el puerto.
En 2003 el proyecto fue rechazado por la Semarnat, debido a que la norma oficial mexicana NOM-022, relativa a la protección de humedales costeros, prohibía explícitamente dragar, talar y rellenar manglares y humedales, y establecía una franja de cien metros para llevar a cabo actividades que pudieran afectar dichos ecosistemas, pero esto se modificó en 2004 y se permitió su destrucción a cambio de una compensación económica. La API promovió nuevamente el proyecto.
Inicialmente pretendía ampliar el puerto en una superficie de cien hectáreas de humedales costeros y destruir 30 hectáreas de manglar alrededor del recinto portuario, y aunque en enero de 2005 ya contaba con la autorización de la Semarnat para realizar el cambio de uso de suelo, no contaba con la manifestación de impacto ambiental.
Después de casi dos años de trámites y estudios, la Semarnat autorizó la ampliación del puerto, con lo que permitía a la API rehabilitar únicamente 75 hectáreas de mangle de las lagunas mencionadas y destruir sólo 20, de las 30 hectáreas que pretendía en la laguna de San Pedrito.
Las otras 10 no serán tocadas y servirán de barrera, informó en entrevista el delegado de la dependencia en Colima, Raúl Arredondo Nava, quien aclaró que fue legal la destrucción de las cuatro hectáreas de mangle el pasado fin de semana.
Para obtener el cambio de uso de suelo, la API pagó a la Semarnat 10 millones 400 mil pesos. Los recursos se remitieron a la Comisión Nacional Forestal y posteriormente a la Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno de Colima (Seder), para la rehabilitación de mangle. Sin embargo, hasta el momento la Seder no ha informado que haya realizado alguna acción para rehabilitar los manglares, y al parecer los recursos se emplearán en la reforestación de áreas boscosas. La API también depositó fianza de 38 millones de pesos para garantizar la rehabilitación de 75 hectáreas de mangle de las lagunas del Valle de las Garzas y Cuyutlán.
Según la información del gobierno del estado y la API, la ampliación del puerto de Manzanillo representa una inversión de 300 a 400 millones de dólares y detonará la creación de 30 mil empleos directos e indirectos. Además, implicará la atracción de “inversiones millonarias”.
Ambientalistas preparan protestas
La agrupación ambientalista Bios Iguana anunció movilizaciones con los vecinos de las colonias Las Brisas y Pacífico para defender el manglar, pues la destrucción de este humedal podría provocar hundimientos en las viviendas aledañas e inundaciones en época de lluvias, pues la presencia de los arbustos permite la filtración de agua y su ausencia ocasionaría la erosión del suelo, lo que haría que el agua de lluvia permaneciera más tiempo sobre la superficie.
El manglar es una agrupación de árboles provistos de adaptaciones que les permiten vivir en terrenos inundados, sujetos a la introducción de agua salada. Entre sus funciones está la recarga de los mantos freáticos, protección contra fenómenos naturales como ciclones, control de inundaciones, estabilización de los microclimas, trampas de carbono y hábitat para una gran cantidad de peces y otras especies marinas.
De acuerdo con información proporcionada por la organización ambientalista internacional Greenpeace, los especialistas coinciden en que los daños ocasionados a los humedales y bosques de mangle no pueden ser compensados, dadas las características únicas de este ecosistema, por lo que, cuando se pierde el manglar y el humedal, los beneficios citados desaparecen para siempre.
El representante de Bios Iguana, Gabriel Martínez, informó que paralelamente a las movilizaciones con los colonos de Manzanillo, se trabajará con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental para interponer recursos legales, intentar frenar la destrucción del mangle y demandar que la API indemnice a los afectados por la tala de este humedal.