Autoridades y ONG presentan plan para rescatar a jóvenes que son explotadas
En EU, entre 75 y 90% de prostitutas fueron violadas cuando eran niñas
Incluidos en programas, hombres que fueron sorprendidos pagando por sexo
San Francisco, Cal. Norma Hotaling, una prostituta que desde los cinco años empezó a ser usada en el comercio sexual, hundida en el mundo de las drogas y la prostitución hasta los 33 años, cuando una experiencia de violación tumultuaria y golpes la dejó al borde de la muerte y le hizo cambiar de forma de vida, decidió trabajar con otras mujeres que abandonaron esa actividad, “para rescatar a las víctimas de la explotación sexual”.
Ella narra en el artículo Diario de ley y feminismo su historia de abuso, maltrato, violación y drogadicción, que se inició cuando era menor y vivía en la ciudad de Nueva York. Trágicamente, dice, “mi historia refleja la de miles de niñas que son víctimas de explotación sexual en Estados Unidos. Entre 75 y 95 por ciento de quienes se inician en la prostitución fueron violadas cuando eran infantes”.
Hotaling destaca en su relato: “cuando logré salir del mundo de las drogas y la prostitución, después de recibir tratamiento médico, terapias y ayuda sicológica, decidí trabajar para ayudar a las mujeres y niñas que querían abandonar las calles, por aquellas que querían dejar de ser víctimas del comercio sexual, por las que querían ser libres de la violencia, del abuso y de la explotación”.
Fundó Standing Against Global Explotation, con el objetivo de cambiar la situación de las víctimas y modificar la actitud de la sociedad hacia ellas, para que se dejara de ignorar que existe el comercio sexual y la explotación de mujeres y niñas, y para que ya no sean consideradas criminales.
Con otras prostitutas que decidieron abandonar la actividad, Hotaling fundó también la escuela Proyect John’s, que recibe ayuda del gobierno de esta ciudad californiana para auxiliar a las víctimas de trata. Como en Estados Unidos está prohibida la prostitución, “los hombres que son descubiertos contratando el servicio pueden ser encarcelados, con el Departamento de Policía de San Francisco, California, acordó trabajar en un programa de justicia para hombres que buscan contratar sexo”.
Entre los objetivos, sacar de las calles a niños que se prostituyen
Kristie Miller, quien recibió en las oficinas de Proyect John’s a representantes de organizaciones no gubernamentales mexicanas que fueron invitados a conocer el trabajo que realiza el gobierno de Estados Unidos contra la trata de personas –Sin Fronteras, Red Nacional de Refugios, Centro Fray Julián Garcés y Ceidas–, así como funcionarios de la Procuraduría General de la República y reporteros, refirió que Hotaling, junto con otras mujeres, busca rescatar a niños y niñas de 9 años que venden sus cuerpos en las calles, así como a adolescentes que se prostituyen y son explotados “sin darse cuenta”.
“Hay adolescentes y niños que continúan siendo prostituidos. Están involucrados con su proxeneta, lo ven como amigo, novio o apoyo. No creen que él sea quien las está explotando y las obliga a venderse una y otra vez. Quien las o los maltrata, porque en él encuentran momentos buenos que no han tenido nunca en sus vidas”.
Lana, una mujer que trabaja con jóvenes de 18 a 24 años, cuenta: “estas adolescentes necesitan ayuda. Hay que tomarlas de la mano y llevarlas a terapia. A algunas hay que canalizarlas a consulta. No basta con que les demos el nombre y la dirección de un médico. Hay que llevarlas casi del brazo. Noventa por ciento tiene proxenetas. Unas lo ven como relación, lo sienten como si fuera su familiar, su amigo”.
Relata uno de los casos que han tenido: “a una chica de 18 años la rescatamos de la prostitución y la explotación sexual. Ella nos decía que le gustaba eso, el dinero. Le dijimos que los recursos que ganaba se los quitaba él –el proxeneta–, que no le dejaba nada, que todo el producto de su trabajo desaparecía.
“Ella nos comentó que estaba bajo los efectos de las drogas, que consumía muchas sustancias y que la prostitución la llevaba a cabo inconscientemente. Que hacía lo que veía en la calle. Después de darle confianza dijo que quería dejar esa vida, que quería escapar, y la ayudamos a salir.”
En un video dieron a conocer su trabajo en el programa de justicia del departamento respectivo de San Francisco. “Se trata de rencauzar a los hombres que buscan a las prostitutas. Como es una actividad prohibida, si son descubiertos pagando por sexo van a la cárcel. Mediante el programa Sage se les brinda la oportunidad de que escojan: cárcel y pagar mil dólares de sanción, o la obligación de asistir a una terapia de unas ocho horas”.
La terapia la imparten mujeres que abandonaron la prostitución, que recuperaron su libertad. En el video se ve a las fundadores de Sage. “Norma Hotaling aparece ante decenas de hombres que fueron descubiertos contratando servicios sexuales, y ella les cuenta su historia: “las mujeres a las que ustedes acuden en busca de sexo fueron abusadas cuando eran niñas. Son obligadas a venderse, son explotadas. Yo empecé a los cinco años. Hombres viejos me daban dinero por tomarme fotografías pornográficas con ellos, por tocarme, violarme. Me drogaba para olvidar eso, hasta que escapé porque casi me mataron.
‘“Ustedes tienen hijos, hijas, esposas. Respétenlas. Regresen a su hogar, protejan a su familia. Las prostitutas podemos asaltarlos en los hoteles, en los coches. Podemos hablarles a los compañeros que se dedican a asaltar. Ustedes pagan y piden sexo sin protección, y no saben si estamos enfermas. Les podemos transmitir enfermedades.’”
En el video se muestran fragmentos de los testimonios que ofrecen las mujeres que abandonaron la prostitución, que conocieron y sufrieron ese mundo de maltrato, ultrajes, violencia, extorsión, amenazas y golpes. “Ellas denuncian ante los hombres que pagan por sexo: ustedes buscan mujeres jóvenes o simplemente mujeres, pero ellas están amenazadas, drogadas. Son explotadas”.
Desde 1996, cuando se fundó Sage, a la fecha, más de 40 mil hombres han asistido a tomar terapias, unas 17 mil mujeres han sido rescatadas de la prostitución y únicamente 14 hombres han reincidido, por lo que fueron enviados a la cárcel.