En ocho años se recuperó la autoestima de los universitarios, dice el director de la FCPS
Destacan Pérez Correa y Rosaura Ruiz la labor de De la Fuente en la UNAM
La bióloga rechaza que su postulación para la rectoría se vincule con el tema de género
Ampliar la imagen Rosaura Ruiz y Fernando Pérez Correa, aspirantes a dirigir la UNAM Foto: Marco Peláez y Carlos Cisneros
Mientras el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Fernando Pérez Correa, sustentó su decisión de ir en pos de la rectoría en el hecho de que “hace 20 años que nadie surgido de las humanidades ha alcanzado ese cargo y, por tanto, ya es hora”, la bióloga Rosaura Ruiz rechazó que su postulación se vincule al tema de género porque, según argumentó, siempre ha habido mujeres capaces de dirigir la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Desde esa posición, ambos académicos desplegaron una intensa actividad de diálogo con la comunidad universitaria durante el periodo de auscultación, que concluyó el pasado miércoles 31 de octubre.
Ella, directora de Desarrollo Institucional, mantuvo en estas semanas la doble labor de promover los logros del rectorado de Juan Ramón de la Fuente y, al mismo tiempo, pero sin ruptura conceptual, ofrecer un proyecto propio para el futuro de la institución.
A su vez, Pérez Correa, quien con frecuencia divide opiniones entre quienes ponderan su labor académica y de funcionario universitario, y otros que lo critican precisamente por ello, fue uno de los últimos en reivindicar abiertamente su deseo de ser considerado para rector. Pero una vez que lo hizo, recibió ante la Junta de Gobierno las adhesiones suficientes que lo llevarán a comparecer ante el órgano elector.
El director de Ciencias Políticas dijo que la primera etapa del proceso sucesorio sirvió a la UNAM para reflexionar en qué punto se encuentra y quién es el personaje que puede encabezar una acción común para su futuro.
Y Rosaura Ruiz consideró que la máxima casa de estudios vive un proceso sin precedentes, “distinto a otras etapas de cambio de rector”, pues ahora los candidatos fueron buscados por la comunidad, y la buscaron cuando antes solían reunirse sólo con quienes los apoyaban.
Abogado y director de Ciencias Políticas, los apoyos a Pérez Correa provinieron sobre todo de estas profesiones. Como casi todos los demás, visitó dependencias dentro y fuera de Ciudad Universitaria y acudió a cuantas invitaciones se hicieron a los aspirantes para exponer su proyecto. La doctora Ruiz, a su vez, sumó simpatizantes tras exponer sus ideas en diversos foros; si bien casi no trascendieron públicamente, fueron de suficiente peso y número para que la Junta de Gobierno la incluyera en la lista de los ocho de la que saldrá el próximo rector.
En su balance, el también ex subsecretario de Gobernación habló del orgullo de los universitarios por pertenecer a la UNAM, pues en estos ocho años “hubo una recuperación de la autoestima”.
Paralelamente –indicó–, en algunas escuelas, particularmente en el subsistema de bachillerato, “existe un sentimiento de orfandad. Confrontan problemas fundamentales y de recursos básicos no satisfechos”. Ubicó además “ciertos contrastes” entre facultades e institutos de la propia Ciudad Universitaria, así como las grandes urgencias y necesidades que presentan las Facultades de Estudios Superiores (FES).
Para ello –insistió– tiene un proyecto encaminado a homogeneizar la calidad en todos los niveles de la institución.
En tanto, Rosaura Ruiz aseguró que existe gran satisfacción en la comunidad puma por los “altos niveles” alcanzados por la Universidad Nacional en estos ocho años. Está persuadida –dijo– de que los universitarios quieren seguir avanzando, y para ello “debemos tener mejores egresados”.
De sus reuniones recogió demandas que incorporó a su propuesta, como el respeto a la diversidad, que no se privilegie ninguna área del conocimiento sobre otra y apoyar en la misma proporción a la ciencia, la tecnología y las humanidades; y también, que exista una calidad similar en la enseñanza desde el bachillerato hasta el posgrado.
“La comunidad está preocupada porque el próximo rector garantice la estabilidad en la institución”, destacó Rosaura Ruiz.
Y Pérez Correa planteó: “el objetivo es que al concluir el proceso de designación de rector, la UNAM sea una comunidad más unida, no polarizada”.