Presenta sus libros de artista, collages y una ambientación en la galería de Durango 186
Yani Pecanins propone una estética íntima con un dejo de seducción
La creadora utilizó zapatos de tacón, cepillos, peines, polveras, espejos y peinetas
Me interesa delatar una época mediante objetos que son atemporales, explica a La Jornada
Ampliar la imagen Por desgracia, en México, a diferencia de Estados Unidos, no hay libros de artista, no hay colecciones, realmente hay muy poco. Son más bien libros más elegantes o carpetas de gráfica muy bien hechas, muy bonitas, pero libros de artista un poco más locos, no existen, afirma Yani Pecanins en entrevista Foto: Francisco Olvera
Zapatos de tacón, cepillos para el cabello, peines, polveras, espejos y peinetas se vuelven libros, con sus respectivas páginas, en la exposición Naturaleza íntima.
Integrada por 23 obras, entre libros de artista, collages y una ambientación, la muestra fue montada por la artista Yani Pecanins en la galería Pecanins (Durango 186, colonia Roma).
Hace tiempo que Yani no hacía libros con “hojas”, porque la diminuta plancha, sobre el pequeño burro de planchar, está concebida como un libro.
Yani se inició en el libro de artista hace 30 años, pues fue cofundadora de Cocina Ediciones, una editorial casera. Luego, durante una década promovió, junto con Gabriel Macotela y Armando Sainz, la librería alternativa El Archivero.
Yani Pecanins se corrige: “Bueno, había hecho (libros de artista), pero los mandé fuera de México”.
En Estados Unidos poseen libros suyos la Universidad de California, en Irvine; el Museo Nacional de Mujeres en las Artes, en Washington, DC, y algunas bibliotecas como la de la Universidad de Yale.
Allá “sí invierten en los libros de artista, hay colecciones y montan exposiciones en los museos, donde, por lo general, hay un departamento correspondiente.
“Por desgracia, en México no hay eso, no hay colecciones, realmente hay muy poco. Son más bien libros más elegantes o carpetas de gráfica muy bien hechas, muy bonitas, pero así, libros de artista un poco más locos, no hay.”
Búsqueda e intimidad
No es lo mismo trabajar libros, que cajas o collages. Pero, siempre a la búsqueda, un día Yani Pecanins convirtió en libro –La huella se desprende de las plantillas– los zapatos que ilustran la invitación.
De esa manera, la artista empezó a jugar con “estos objetos de la intimidad de las mujeres”. Lo que le gustó de los zapatos es que, de repente, “cobraron vida propia”. Además, “unos zapatos lindos siempre te hacen sentir diferente”.
A partir de allí empezó a buscar o dejarse encontrar con objetos relacionados con la intimidad. Así ocurrió con un cepillo, sobre cuyo lomo hizo un libro dedicado a Rapunzel, quien, cautiva en su torre, peinaba su larga trenza. El espejo, obviamente, lo dedicó a Blanca Nieves.
Son elementos –“a lo mejor uno no los usa exactamente”–, pero “nos podemos identificar con ellos, porque hablan de una parte íntima, cuando estás tú sola en tu cuarto y te arreglas”.
De esta manera, entre hilos y botones, Yani armó sus pequeños libros, a los que integró unos papeles transparentes que tenía a la mano, cuyo efecto le gustó, porque luego se enciman los diferentes textos: “Es como en tu intimidad, buscas y siempre hay algo más que encontrar”.
Los presentes se distinguen de objetos anteriores por la existencia de un texto, ya que antes sólo había imágenes.
Sin embargo, “esos pequeños textos, que más bien son frasecitas, también son imágenes en la medida que intentan volverse el dibujo, que marca una forma dentro del papel, y la transparencia le da otra”.
Cambio en el colorido
La exposición Naturaleza íntima también comprende varios collages que contrastan con la escala reducida de los libros de artista. Para ello, Yani Pecanins retomó el mismo “espíritu” del material que había empleado en los libros, es decir, los objetos personales, vestidos, ganchos para ropa o telas, nada más. Un cuadro contiene un vestido, pero los demás simulan esa prenda, mediante “pedazos de cosas”.
A la artista le gusta mucho el trabajo de costura. “Aquello –señala– es de un fondo antiguo al que le cosían muchos adornos, pero, a la vez, era para una mujer inmensa”.
También hubo un cambio en el colorido. Yani está acostumbrada al “blanco sobre el blanco o colores muy bajitos”.
Los zapatos negros de los libros de artista le llevaron a trabajar en blanco y negro, con algún toque de color, como, por ejemplo, el rojo.
La artista admite que para Naturaleza íntima le fue difícil colocar sus objetos sobre un fondo negro en los cuadros. También integró frases a los collages.
En el cubo de la escalera de la galería cuelga un par de zapatos blancos y un vestido negro, sobre el que Yani Pecanins quiso también escribir, pero se dio cuenta de que no había plumones de tinta blanca. Bueno, pero encontró uno de tinta plateada.
–¿Qué tanta nostalgia encierran sus objetos?
–Aunque uso objetos que las personas relacionan con la nostalgia, no los veo así. Lo que pasa es que me gusta la estética de esos objetos. Pero, lo que expreso es lo que vivo hoy, me preocupa hoy o lo que tengo que decir hoy.
“Hay modas, muchas cosas, que pasan, pero tú eres tú siempre, seas niña, adolescente, mujer o vieja.
“A lo mejor uno toma un vestido de los años 50 por su estética bonita o porque esa prenda te dice algo. Por lo menos para mí hay cosas que son atemporales. Lo que me interesa es que se delata una época.
“Aunque en esta exposición traté de que no hubiera una estética tan vieja, porque tenía una blusa del año 1800 y algo que me gustaba por sus costuras. Pero ahora quise que la obra tuviera otra coquetería, debido a la intimidad donde hay una parte de seducción.”
(La muestra Naturaleza íntima concluirá el jueves 8 de noviembre.)