Génesis de la orden
La orden, fundada en Francia por Santo Domingo hacia 1215, ha sido desde siempre una de las más polémicas para la Iglesia católica.
Surgió en uno de los periodos de mayor polémica de la jerarquía eclesiástica y supuso, de inicio, mayor austeridad y la creación de una comunidad dedicada al estudio y la predicación, saliendo de los monasterios y siempre unidos a la “pobreza mendicante”.
Debido a su formación, le fue encargada parte de la Inquisición (junto a la orden de los Jesuitas), y de sus filas surgió Tomás Torquemada, pero también figuras que dejaron grandes aportes en la teología y las ciencias, como Francisco de Vitoria, Tomás de Mercado y Domingo de Soto,
Durante la conquista de América se les asignó la tarea de evangelización y de ese período se recuerda especialmente a un destacado miembro: Fray Bartolomé de las Casas, identificado con la defensa de los derechos de los pueblos indios.
El primer monasterio en México se ubicó en cercanías del Zócalo 423 años atrás, pero en la época de Benito Juárez perdieron el edificio y fueron rentando lugares hasta 1947, cuando “una bienhechora” afortunada de la familia Flores les obsequió la casona que hoy ocupan, explicó sor Teresa Coronado.
La construcción, ubicada en el corazón antiguo de Mixcoac, fue antes residencia de la familia de Irineo Paz, abuelo de Octavio Paz, y está rodeada por la iglesia de San Juan, el Instituto Mora y afamados puestos de quesadillas.