Misiones educativas mexicana y neoyorquina convergen en el Centro Histórico
Llevan arte a escuelas públicas para paliar la desatención a las personas
Queremos niños seguros de sí mismos y con actitud positiva ante la vida, señala Alejandra Moreno Toscano
Tratamos de revertir el bombardeo de la cultura aspiracional: Horacio Franco
Ampliar la imagen Alumnos de escuelas públicas del Distrito Federal, durante las clases de danza impartidas con base en “el diálogo intercultural” que mantienen el National Dance Institute, de Nueva York, con el Consorcio Internacional Arte y Escuela, de México, para fomentar las actividades artísticas en las aulas y de esa manera formar mejores personas Foto: Cortesía Conarte
“¿Cómo nos atrevemos a decir que educamos a nuestra infancia si no les estamos enseñando poesía, a contar cuentos, danza, música, que es lo que la humanidad creó para expresar sus emociones?”, lanzó Jacques d’Amboise, fundador del Nacional Dance Institute (NDI), establecido en Nueva York en 1976.
El NDI que ofrece programas de danza a más de 35 mil alumnos en primarias públicas neoyorquinas y tiene proyectos culturales en varios países, está aliada con el Consorcio Internacional Arte y Escuela (Conarte), organización mexicana única en su tipo que desde hace dos ciclos escolares ofrece danza en las aulas del Centro Histórico capitalino.
Los une, describió d’Amboise, “un abrazo” y “se reconocen como hermanos”.
Ambas instancias comparten un profundo convencimiento de que el arte es fundamental en la formación de las personas. Y, a partir este entendimiento, se crea un intercambio sobre cómo transformar a escolares de primaria y secundaria, sobre todo aquellos que viven en comunidades marginadas o con alto índice de violencia.
La desbordada pasión por lo que hacen quedó claramente expresada por los integrantes del Conarte y el NDI.
El coreógrafo y bailarín D’Amboise, un espigado y enérgico hombre, atento como felino, que habla con todo el cuerpo, transformó la rueda de prensa en una emotiva reunión sobre el arte y la educación.
La mayor de las artes, dijo, es la arquitectura: “Ocurrió el big bang, y surgió el baile y la música del universo, se estaba creando la arquitectura del universo. La danza es la formación de la arquitectura en el tiempo y el espacio”.
Y, de regreso a la danza, en los hechos, el “abrazo” entre el NDI y el Conarte ha consistido en que el primero participa en el entrenamiento de los bailarines que imparten clases en aulas mexicanas.
Además, este año escolar se realizará un intercambio entre alumnos mexicanos y neoyorquinos, cuya parte esencial es que el programa del NDI tiene como tema México.
“En un año, Jenny (Seham, bailarina maestra del NDI, que entrenó a sus contrapartes mexicanas) hizo 10 veces lo que nosotros hicimos en 10 años”, aseguró D’Amboise.
Seham también es directora artística del programa en Nueva York dedicado a México: “Ahora mismo hay 35 mil niños estudiando acerca de la cultura de México, bailando, contando cuentos sobre México”, agregó D’Amboise.
Además, hay un intercambio epistolar entre alumnos de aquí y de Nueva York.
Se abrió, pues, “un diálogo intercultural entre dos países”, dijo Lucina Jiménez, directora general del Conarte.
Los organizadores apuestan a que también ayude a que se amplíe la visión que los niños estadunidenses, sus padres y los maestros tienen de los mexicanos.
Por una sociedad más crítica
El Conarte, que trabaja con apoyo de la Secretaría de Educación Pública, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y el Gobierno del Distrito Federal (GDF), comenzó a ver frutos en su primer ciclo escolar (que finalizó este verano). A tal grado que las autoridades educativas estuvieron de acuerdo en ampliar el programa de nueve a 23 escuelas, en este segundo ciclo.
“Permite darles herramientas para que enfrenten la vida con ganas de vivir”, opinó Alejandra Moreno Toscano, autoridad del Centro Histórico del GDF. “Niños seguros de sí mismos y con una actitud positiva ante la vida”. Si se logra esto, “estamos ante un cambio profundo de México”.
En palabras de Rosario Pérez, presidenta del Conarte, “el arte es la puerta que libera al humano”.
El flautista Horacio Franco, integrante del consejo consultivo del Conarte, contó que lleva más de 15 años impartiendo clases en escuelas públicas y privadas de varios países, y que ahora le entusiasma mucho hacerlo por primera vez en su país, al lado del Conarte.
“Nos bombardean con la cultura aspiracional. Nosotros tratamos de cambiar esa mentalidad a una sociedad más crítica, que los niños creen una manera de pensar propia, que no tienen cuando se les bombardea con MTV y los premios Óscar”, dijo.
La otra cara del asunto es que iniciativas como ésta muestran el deterioro de la educación artística en las escuelas públicas. Organizaciones como el Conarte y el NDI, de cierta manera, suplen una obligación del gobierno.
Al respecto, la presidenta del Conarte planteó: “Una sola sección de la sociedad no puede resolver todo”.
Asimismo, Antonio Avila Díaz, director general de Operaciones de Servicios Educativos de la Administración Federal de Servicios Educativos en el DF, dijo: “La experiencia ha sido de gran interés. El Conarte se complementa y viene a fortalecer actividades que tenemos que hacer por mandato, pero además lo hace con enorme alegría”.
Y siguió: “A veces no se aprecia de manera justa la relevancia del arte. Los niños liberan sus emociones y sus capacidades cognitivas”. El programa contribuye al rendimiento escolar de los infantes.
Por la mañana, los integrantes del NDI y del Conarte habían estado en la escuela Rodolfo Menéndez, donde se aplica el programa de danza en las aulas. De la reunión con los padres de familia, Jacques d’Amboise expresó: “No hay ningún otro lugar donde hubiera querido estar en el mundo. Me alimentó el alma”.
En la conferencia de prensa también participaron Luz Elena Baños, directora adjunta de la Dirección General de Asuntos Culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, e Imelda Martorell, directora de apoyo al desarrollo artístico del Fondo Nacional para la Culturas y las Artes.