Muchas universidades están “al borde de la quiebra”, dicen
Rectores demandan al gobierno “menos promesas y más hechos”
Guadajara, Jal. 31 de octubre. Rectores de las universidades de Oaxaca, Guerrero e Hidalgo demandaron al gobierno federal “menos promesas y más hechos” en los proyectos de presupuesto destinados a la educación superior, pues afirmaron que las instituciones que enfrentan más rezagos financieros viven una situación de crisis que pone en riesgo no sólo la calidad académica, “sino la viabilidad de las propias universidades”.
Al respecto, el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Francisco Martínez Neri, destacó que de no incrementarse sustancialmente los recursos destinados a las instituciones estatales, “muchas universidades como la nuestra, estarían prácticamente al borde de la quiebra. No tendríamos para pagar jubilaciones, pensiones, infraestructura y nómina, lo que sería muy grave”.
En una dura crítica a las declaraciones del subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, y del propio presidente Felipe Calderón, en torno al compromiso de impulsar una política de Estado que garantice mayores recursos a las universidades públicas del país, los rectores señalaron que ha llegado el momento de “conocer si el Presidente sabe honrar su palabra y cumplir con lo que prometió desde que era candidato”.
Aseguraron que las universidades estatales con un mayor rezago financiero son las “grandes olvidadas” en los proyectos de presupuesto federal, y agregaron que pese al esfuerzo que algunas instituciones han realizado por “alcanzar a las que tienen mejores resultados, nadie se pregunta si enfrentamos condiciones de equidad para exigir los mismos parámetros”.
El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Arturo Contreras Gómez, demandó ante integrantes de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), reunidos en su 38 asamblea ordinaria, que se realizó el pasado martes, que “le apostemos en serio a un mejor y mayor presupuesto, porque al final pedimos, y si no nos dan no pasa nada, pero eso sí, ahí viene la apertura del sector educativo en 2008, en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y nos preocupa mucho que ante instituciones de Canadá y Estados Unidos, donde sólo las grandes universidades del país pueden salir bien libradas, las demás vamos a enfrentar una competencia que no será entre iguales”.
Por su parte, Martínez Neri afirmó que para el presupuesto de 2008 “esperaríamos una verdadera respuesta. El año pasado Calderón acababa de llegar a la Presidencia y ahora no hay una justificación para que no haya una política de Estado adecuada para financiar, sobre todo, a las universidades que enfrentan una grave brecha en sus recursos, comparadas con otras instituciones, como es el caso de la propia universidad de Oaxaca y la de Guerrero”.
Destacó que el reconocimiento de la SEP de que será muy difícil alcanzar uno por ciento del producto interno bruto destinado a la educación superior en unos cuantos años, “creo que es más falta de imaginación, porque existen otras acciones que podemos aplicar, pues con voluntad e imaginación se pueden hacer muchas cosas”.
En tanto, Luis Gil Borja, rector de la Universidad Autónoma de Hidalgo, afirmó que “todo discurso sin recursos no es más que demagogia. Hay que ponerle dinero a las palabras, hechos son amores en planeación educativa, por eso no podemos tomar en serio una propuesta de una política de Estado si no se refleja en el presupuesto”.
El presidente Calderón, insistió, hizo un compromiso, y queremos pensar que tiene palabra y que no fue a hablar a la ligera con representantes de casi 150 universidades desde que era candidato. Nosotros, afirmó, no hemos perdido la confianza en el Presidente, pero queremos conocer si honra su palabra, las universidades le demostramos que hay compromiso, ahora queremos ver qué hay de su lado”.
No obstante, afirmó que hay “mucha preocupación cuando escuchamos insistentemente que se van a abrir 15 nuevas universidades tecnológicas, cuando llevamos diciendo que la educación superior no sólo debe ser de calidad, sino pertinente, y aquí nadie sabe ni dónde ni cómo se van a definir esos proyectos, y cabría preguntarnos si esos recursos no le hacen más falta a las universidades estatales para ampliar su matrícula”, concluyó.