Investigan si se trata de atentado o ajuste de cuentas mafioso en esa ciudad rusa
Bomba mata a ocho personas en Togliatti
Ampliar la imagen Trabajadores de los servicios de emergencia atienden a víctimas de la explosión de un autobús en la ciudad de Togliatti Foto: Reuters
Moscú, 31 de octubre. Ocho personas murieron y 64 resultaron heridas al explotar hoy una bomba en un autobús de transporte público en la ciudad rusa de Togliatti, en el curso medio del Volga, y todos los indicios apuntan a que se trató de un atentado.
Las autoridades policiales aún no confirman ni desmienten esta hipótesis que, desde un principio, empezó a perfilarse como la principal, al tiempo que siguen investigando otras causas menos probables como un ajuste de cuentas mafioso y el estallido accidental de un artefacto de producción casera durante su traslado.
Aunque Togliatti, centro de la industria automotriz de Rusia, es una de las ciudades de este país con mayor índice de criminalidad, hacer explotar una bomba en una autobús repleto de personas no se corresponde con los métodos que utilizan los grupos mafiosos para eliminar a sus rivales.
Tampoco hay pistas serias que avalen la versión de estallido accidental, más allá de que la ruta del autobús llegaba hasta la universidad y entre los pasajeros había varios estudiantes de la Facultad de Química, alguno de los cuales en teoría pudo haber obtenido los componentes del explosivo, equivalente a un kilogramo de trinitrotolueno.
En realidad todavía ni siquiera se sabe si la bomba explotó al ser accionada por uno de los pasajeros, en lo que sería un ataque suicida, o pudo haber sido adherida a la parte baja del vehículo y detonada a distancia, como también se está considerando.
Nadie ha reivindicado el posible atentado, pero hay elementos para suponer que podrían estar detrás del mismo los nacionalistas rusos o los separatistas chechenos.
Por un lado, se comenta que el artefacto empleado en Togliatti, de acuerdo con los restos encontrados, y los efectos de la explosión misma guardan una notable similitud con la bomba que, en agosto del año anterior, tres nacionalistas rusos hicieron estallar en un mercado moscovita, en la sección manejada por comerciantes chinos y vietnamitas, que causó la muerte de 10 personas y medio centenar de heridos.
Y por el otro, hoy se supo que el líder separatista checheno Doku Umarov proclamó hace unos días la existencia en Ichkeria, como llaman los más radicales a Chechenia, de un “Emirato del Cáucaso” y se autonombró “emir de todos los musulmanes”, a quienes exhortó a iniciar un nueva jihad “a lo largo y ancho del territorio de Rusia”.
Esta decisión provocó el inmediato rechazo de los sectores moderados del independentismo, cuyo portavoz en el exilio, Ahmed Zakayev, lanzó hoy desde Londres una dura crítica contra Umarov, quien, dijo, “se desentendió de sus obligaciones como presidente (no reconocido) de Chechenia”.