No se informó si con este hecho se puede esperar una baja en el precio de la tortilla
Récord de la producción de maíz; la cosecha superó las 23 millones 700 mil toneladas
Exigen al Presidente asistencia para reparar los daños del huracán Dean en QR
Othón P. Blanco, QR. 31 de octubre. “Si Dios también pone lo suyo”, el próximo año habrá otra cosecha récord de maíz, como la de este ciclo agrícola, auguró el presidente Felipe Calderón, quien prometió “erradicar totalmente” la corrupción partidista en el reparto de los apoyos para el campo.
La visita que programó para dar el banderazo de salida a la siembra otoño-invierno y conocer los avances en la atención a los damnificados del huracán Dean, le dio pie para presumir cifras de avances en materia agrícola. Así en la comunidad de Bacalar, Calderón Hinojosa anunció que este año la producción de maíz alcanzó una cifra histórica de 23 millones 700 mil toneladas, con lo que –dijo– el abasto del grano queda garantizado.
El mandatario no se refirió a si este récord permitirá que el precio de la tortilla baje, pues uno de los argumentos para aumentar su costo fue que se tenía que importar el grano y la cotización internacional era muy elevada.
Frente al Presidente estaban los atribulados campesinos que perdieron sus cosechas por el embate del meteoro. En contraste con el discurso oficial del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, que habló de un campo en “plena recuperación”, la presidenta municipal de Othón P. Blanco, Cora Amalia Castilla, levantó la voz para señalar que “falta mucho por hacer para tener una recuperación” total de la entidad.
Describió el panorama que se vive en Quintana Roo: “a la gente del campo se le dañaron una gran cantidad de viviendas, se perdieron la mayor parte de los cultivos, el área pecuaria se afectó por la muerte de bovinos, ovinos, colmenas, aves, así como por la pérdida de infraestructura”, además comentó las pérdidas que tuvieron pescadores y productores forestales.
“Las plagas no se han dañado”, dijo Cárdenas Jiménez
En un largo discurso que por momento provocó que el jefe del Ejecutivo mostrara gestos de incomodidad, Cárdenas Jiménez recitó una numeralia sobre los avances después de Dean. Eso lo llevó inclusive a cometer una pifia cuando dijo: “Me da mucho gusto decirles que hasta hoy no se ha registrado daño alguno en ninguna plaga o enfermedad de tipo vegetal o animal”.
Al igual que la presidenta municipal, José Cruz García, beneficiario de los apoyos que entregó Calderón, advirtió que el huracán les “pegó muy fuerte”, porque perdieron sus cosechas de maíz.
Lejos de sumarse a estas demandas, el gobernador priísta Félix González Canto elogió el apoyo otorgado por el gobierno federal y advirtió que ya se atendieron a los grandes sectores agrícolas y forestales que resultaron afectados.
Después de entregar al mandatario local un cheque gigante, como esos que dan las empresas en el Teletón, por cerca de 26 millones, el Presidente, sin embargo, le dijo a González Canto que todavía “falta que lo recorte (el recurso) para distribuirlo entre los agricultores”.
Fue cuando presumió que a diferencia de principios de 2007, cuando los mexicanos “andaban muy apurados” por los precios del maíz, en esta temporada los campesinos se pusieron a trabajar como siempre y rompieron el récord en la cosecha de este año. Pero no sólo eso: dijo que entre agosto de 2006 y agosto de 2007 el sector agropecuario creció casi 10 por ciento.
Tomando en cuenta estos resultados, se mostró confiado en construir un “campo más competitivo” y aprovechó para abogar porque el Congreso de la Unión apruebe el presupuesto de 183 mil 500 millones de pesos para el llamado Programa Especial Concurrente para el Campo.
Aseguró que dicho plan, que reúne en uno sólo a cinco o seis apoyos, servirá para que los campesinos dejen de ir “de Herodes a Pilatos para poder conseguir la ayuda. Se trata de gastar mejor, de erradicar totalmente la corrupción y el coyotaje en los apoyos que da el gobierno, de que no haya mano negra, verde, roja, azul, o lo que sea, o amarilla, en los programas que van para el campo”.
De ahí se trasladó a la comunidad Miguel Hidalgo, donde entregó viviendas (50, según el gobierno), que resultaron insuficientes, según reclamó Yolanda Perera Maza, una de las beneficiadas, quien dijo: “queremos que sean muchas más, porque hay gente necesitada”.
Poner un suéter al mundo
Ahí el Presidente también dio clases de ecología a los habitantes sobre las causas del cambio climático y, en consecuencia, sobre los huracanes. “Es como si al mundo le pusieran un suéter en la atmósfera con el gas que estamos echando de fábricas y de muchas cosas, y le estamos quitando la capacidad de sacar ese calor, porque estamos tumbando selvas y bosques”.