En labor complicada, astronautas del Discovery trasladan pieza de 17 toneladas
Detectan fallas en los paneles solares de la Estación Espacial Internacional
Ampliar la imagen El comandante de la Estación Espacial Internacional, Peggy Whitson, trabaja dentro de una cabina del centro, en imagen de video Foto: Reuters
Washington, 29 de octubre. Los empleados de la NASA lo siguen llamando caminata espacial, aunque sólo por costumbre, porque los expertos de la agencia estadunidense saben muy bien que se trata de un trabajo realmente pesado y no de un paseo.
Los astronautas del Discovery permanecerán un promedio de seis horas en el espacio abierto en sus cinco caminatas, durante las cuales tienen que trasladar piezas de 17 toneladas, acoplarlas a la Estación Espacial Internacional (EEI), montarlas y ponerlas en funcionamiento.
“Es el trabajo de montaje más difícil en la historia de la EEI”, afirmó un miembro de la NASA. Los posibles problemas y errores están previstos al detalle, porque en el espacio ocurre lo mismo que en la Tierra: siempre hay algún percance. Y a menudo donde uno menos se lo espera.
Hacia un extremo de la EEI
“Respiraremos aliviados sólo cuando hayamos terminado”, señaló Kira Shireman, uno de los responsables de la agencia espacial para las salidas al exterior. La tarea más complicada es el traslado de un enorme mástil con paneles solares hasta un extremo de la EEI.
“Pesado como un autobús”, dicen los expertos, y los medios lo llaman “una torre monstruosa”. Las labores de traslado durarán tres días, en los que el brazo robot de la EEI y el del Discovery se pasarán uno a otro varias veces la pieza de toneladas de peso en una difícil “coreografía” (según New York Times). Hasta este martes, cuando los paneles serán montados en su nuevo sitio, no se sabrá si la misión ha tenido éxito.
“Primero tenemos que apagar todos los sistemas electrónicos (de los paneles), todas las computadoras, toda la iluminación, la calefacción”, explicó uno de los responsables de los trabajos en el espacio exterior, Scott Parazynski.
“Entonces entran en funcionamiento las grúas”, agregó en referencia a los brazos robot. Otro de los problemas es que los astronautas no podrán ver todo el tiempo en forma directa lo que hacen con las grúas –que manejan a control remoto– porque en algunos momentos trabajarán en un ángulo muerto. Además está la presión del tiempo, porque sin calefacción la tecnología de la torre que sostiene los paneles solares podría congelarse muy rápido en medio de las heladas temperaturas del espacio.
“Una de las cosas que me encantan de la NASA –relató Parazynski– es que planeamos tener éxito, pero también estamos preparados para las fallas.”
Este sistema es importante para que los paneles puedan ser girados de manera exacta para garantizar el suministro de energía, fundamental para la supervivencia de la EEI. En caso de que el problema no pueda ser resuelto pronto, la NASA está preocupada por las posibilidades de seguir ampliando la estación.
Los expertos señalaron que los laboratorios, sobre todo, necesitan mucha energía, y, por tanto, hay prisa pues el 6 de diciembre tiene que sumarse a la estación el laboratorio europeo Columbus. Entonces, los duros trabajos en el espacio abierto continuarán.
La NASA expresó este lunes su preocupación por el hallazgo de problemas en una articulación que permite girar unos paneles solares de la Estación Espacial Internacional, descubiertos el domingo por un astronauta al inspeccionar el sistema durante una caminata espacial.
Los expertos seguían este lunes sin saber cuál es la causa exacta del desgaste en la junta, que genera la presencia de las virutas de metal. Se desconoce además si aún es posible arreglar el problema.
Según los medios estadunidenses, la falla podría poner en peligro otros proyectos de la estación internacional, porque no se podría generar suficiente energía para ella. El sistema giratorio es clave para colocar los paneles en la mejor posición para captar la energía solar.