Acudieron policías, pero sólo miraron la gresca
Pelean ambulantes por espacios asignados en el Centro Histórico
La violencia regresó ayer a las calles recuperadas del Centro Histórico. La disputa por un mayor número de espacios en el ex comedor del DIF ubicado en la calle de Rodríguez Puebla número 32, provocó que agremiados de la organización encabezada por Oscar Liedre, que ofrecían antes sus productos en Colombia, tomaran el predio; mientras, gente identificada con Alejandra Barrios agredió a dos comerciantes formales en la calle de Apartado.
En ambos casos, elementos de la Unidad de Protección Ciudadana (UPC) adscritos a la zona, así como del agrupamiento de granaderos, se desplegaron alrededor de dichas calles, pero se mantuvieron al margen y no impidieron la colocación de puestos en la vía pública. “Estamos a la espera de la orden de la gente de Programas Delegacionales para actuar”, dijeron, ante los gritos de impotencia de ex vendedores ambulantes.
“Los hijos de (Alejandra) Barrios, Graciela y el Gaby´s le rompieron la nariz a María Luisa y Carlos García Montes de Oca, al solicitarles que no invadieran la entrada de sus establecimientos, pues ya les habían asignado espacios para vender sus productos, pero los uniformados no hicieron nada, sólo miraban”, denunciaron comerciantes de la Plaza del Estudiante y del segundo callejón de Girón.
Dichas arterias forman parte del Corredor Dorado, que albergará a 5 mil 496 personas, explicó Armando Becerril, del Frente de Trabajo Alternativo, al señalar que la falta de cumplimiento de los acuerdos firmados con programas delegacionales puede “generar un polvorín en el Centro Histórico. Tan sólo en el ex comedor se cuentan con 660 espacios, de los cuales 150 corresponden a Liedre, pero “ahora quiere 600 sin tomar en cuenta al resto de los compañeros”.
La negativa de los otros siete dirigentes a entregarle sus locales provocó que, por la fuerza, se apropiaran de ellos, afectando el primer día de ventas después del proceso de reubicación.
Tras leves enfrentamientos, los representados por Liedre abandonaron el inmueble y realizaron una serie de protestas con pancartas y algunos con tubos en mano, lo cual provocó la llegada de uniformados que resguardan el lugar, quienes no impidieron que tendieran su mercancía en la vía pública, como sucedió también en la calle de Moneda, mientras que en Eje Central continúa la “promoción” de discos piratas de todo tipo entre los transeúntes.