Debe motivarse la formación de públicos y creativos más que gastar en un solo festival
Artistas proponen replantear la política cultural de Guanajuato
Erróneo, terminar con los espectáculos callejeros; consideran que el FIC pierde arraigo popular
“Dejó de impulsarse la presencia local, los organizadores llegan, lo montan y se van”
Ampliar la imagen Artistas consultados por La Jornada consideran errónea la decisión de los organizadores de suspender los festejos callejeros. En la imagen, un grupo de reggae ofrece su música en esta 35 versión Foto: Yazmín Ortega Cortés
Guanajuato, Gto., 20 de octubre. Cervantinos vienen y Cervantinos van, sin embargo ¿qué le ha dejado a Guanajuato, en términos culturales y artísticos, la llamada “fiesta del espíritu”?
Se ha repetido hasta el cansancio que los Entremeses, escritos por Miguel de Cervantes, montados por primera vez aquí en 1953, por parte de la recién fundada Escuela de Arte Dramático de la Universidad de Guanajuato (UG), dieron lugar al Festival Internacional Cervantino. Sin embargo, 54 años después la UG aun carece de una compañía profesional de teatro y los Entremeses siguen realizándose con aficionados.
También se ha dicho que el FIC es “el acto cultural de la Federación que ocurre en Guanajuato”. Los organizadores llegan un par de semanas antes y, como si fuera una feria de pueblo, lo arman, luego, se van, y el pueblo queda hasta peor que antes.
Para hablar del embate que a lo largo de 19 días ejerce el Cervantino sobre Guanajuato, La Jornada se reunió con el musicólogo Carlos Vidaurri, el escritor Benjamín Valdivia y el artista visual Javier de Jesús Hernández Capelo.
Durante la conversación se tocaron puntos como la poca presencia de Cervantes en el festival; la forma en que se le ha restado arraigo popular quitando los espectáculos en la calle; la limitada presencia del arte de la región; la desaparición como tal del ciclo de música contemporánea, que era una propuesta universitaria; la falta de preocupación por la formación artística local, y el hecho que la proliferación de festivales en todo el país, lo que le ha restado público a Guanajuato, porque pueden ver muchos de los mismos espectáculos en sus estados de origen.
Tal vez ha llegado el momento en que el estado de Guanajuato deba replantear su política cultural, se desprende de la plática.
Cervantes, invisible
Para Benjamín Valdivia, Miguel de Cervantes es el fundador del FIC, sin embargo, fuera de la representación de los Entremeses, El Manco de Lepanto “casi nunca aparece”. De allí que el Centro de Estudios Cervantinos, del que Valdivia es director académico, hizo una alianza con el FIC para realizar su quinta sesión en su contexto. Fue así como los días 15 y 16 de octubre, en el Museo Iconográfico del Quijote, Raquel Huerta-Nava habló de la influencia de Cervantes en la obra de León Felipe.
En días pasados se llegó a hablar de reforzar el aspecto académico del festival, sin embargo, Valdivia ve como un “error” que un festival artístico tenga tintes académicos. También considera un “error” quitarle mucho de su arraigo popular al eliminar de la programación oficial los espectáculos en la calle, fuera de los Entremeses, que se montan en la Plaza de San Roque.
Para no sentirse en “la lista de los no invitados en tu propia casa”, como dice Capelo, Valdivia propone “sacar los espectáculos de los teatros”, a fin de que los guanajuatenses “podemos ver las cosas en la calle, en las escaleras donde nos sentamos a platicar los del pueblo”.
Carlos Vidaurri coincide con Valdivia en que “no debe dominar la parte académica”, sin embargo, piensa que “no hay que desaprovechar la oportunidad de tener aquí a relevantes creadores en el ámbito de la música”. Trae a colación el “cada vez menor porcentaje de presencia en los criterios para la programación de la gente de Guanajuato activa artísticamente en diferentes rubros, ya sea provenientes de la UG o independientes”. En ese sentido el desaparecido Ciclo de Música Contemporánea (La Jornada, 9-X-07), sirvió para impulsar a muchos compositores e intérpretes locales, anota Vidaurri.
Aunque Capelo ha participado en muchos festivales con obra pictórica, cerámica mural y ahora con fotografía, le preocupa la formación cultural de los jóvenes. Los organizadores del FIC “vienen a hacer una fiesta y se van. No importa si se queda la basura o si el equipo de tramoya o de iluminación está completo. Se cumple con un programa burocrático que es muy terrible porque nunca se ha preocupado por la formación artística. No hay una infraestructura para esto”.
De acuerdo con Capelo si la UG y el Instituto de Cultura estatal tuvieran presupuesto para la formación artística, “habría una presencia por inercia” en el festival. Capelo acaba de realizar una estancia en el Centro de las Artes de San Agustín Etla, Oaxaca, de infraestructura “impresionante” y donde el trato al artista es “de otra manera”. Allí, anota Valdivia, “no hay FIC que se lleva todo el presupuesto de cultura del estado para ejercerlo en dos semanas en artistas de fuera”.
Mientras Vidaurri pregunta por la “plusvalía” del Cervantino, Valdivia ubica una “gran aportación del FIC en haber servido de modelo a todos los festivales que se hacen fuera de aquí. Esto quiere decir que Guanajuato ha dejado de ser el centro cultural que era y que produjo este festival”. Sin embargo, la ciudad “carga con el lastre de pagar un festival que ya no es el que llama la atención de toda esa gente que venía, porque ahora mis amigos de León dicen, pues, voy a ver a los espectáculos aquí, y los de Durango igual”.
De allí que habría que “sopesar seriamente que todo el presupuesto que se va al festival, se usara en la formación de artistas, técnicos y público de Guanajuato”, señala Valdivia. Inclusive, “si el festival desaparece, bienvenido”, si esto va a garantizar que el estado invierta en sus propios artistas y cultura.