FMI y BM advierten también que disminuye a ritmo menor que en otras regiones
Lenta reducción de la pobreza por alta concentración del ingreso en México
Ampliar la imagen Un manifestante en Washington porta una pancarta con una consigna contra el calentamiento global, durante una protesta contra la reunión de otoño del FMI y el BM Foto: Ap
Ampliar la imagen Policías asignados a la vigilancia de la sede de la reunión de los organismos multilaterales en Washington Foto: Ap
Washington, DC, 20 de octubre. La pobreza en México disminuyó en los últimos años aunque a un ritmo sensiblemente inferior a la dinámica registrada en otras regiones del planeta, como consecuencia de la baja tasa de crecimiento de la economía “y la extraordinaria concentración” de la riqueza, aseguraron este sábado el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
“Las sociedades equitativas tienden a crecer más rápido y de manera más sostenible y reducir la pobreza es un punto clave para poder alcanzar tasas de crecimiento más altas”, comentó Anoop Singh, director del Departamento de América Latina del FMI. “En la medida en que disminuya la desigualdad, y de esto hay evidencia en América Latina, el crecimiento tiende a tener un mayor efecto en la reducción de la pobreza”, añadió.
En referencia a la situación particular de México, Francois Bourguignon, vicepresidente y economista en jefe del BM, dijo hoy en una conferencia de prensa que la “causa fundamental” por la que la pobreza en México no disminuye a un ritmo más acelerado, como ya se observa en otros países de la región y en Asia, es que la economía está creciendo a una “tasa muy modesta” de 3 por ciento anual, en vez de hacerlo a un ritmo mínimo de 5 por ciento.
El Banco Mundial, en un reporte divulgado en el marco de la reunión conjunta con el FMI, que se realiza esta semana y concluye el lunes, destacó que la economía mexicana creció entre 2000 y 2006 a una tasa promedio de 2.3 por ciento anual, debajo del promedio latinoamericano de 3.1 por ciento. En términos regionales, el Este de Asia registró un incremento del producto interno bruto (PIB) de 8.6 por ciento en promedio anual durante el mismo periodo; el sur de Asia, de 6.9 por ciento anual y Africa lo hizo a un ritmo de 4.7 por ciento, también en promedio por año.
Comparado con algunos países de los llamados “emergentes”, México, con su 2.3 por ciento en de crecimiento promedio anual se ubicó por debajo de China, con un repunte del PIB de 9.8 por ciento en promedio anual entre 2000 y 2006; de India, que logró un incremento de 7.4 por ciento; Tajikistán, 9.1 por ciento anual; Azerbaiyán, 15.6 por ciento cada año, o de Ucrania, cuya producción creció 7.7 por ciento anual en el lapso referido.
“La lenta reducción de la tasa de pobreza en México se debe atribuir a que no hay un incremento suficiente de la producción y a que existe una extraordinaria concentración de lo poco que se produce”, mencionó Bourguignon. “La reducción de la pobreza en México es más lenta que en otras regiones, como Asia, por el alto nivel de inequidad que existe en el país”, añadió.
Según el Informe del desarrollo mundial, la publicación anual del BM divulgada el viernes pasado, el 20 por ciento de la población de menor ingreso en el país -21 millones de personas de un total de 105 millones de habitantes—sólo realizan 4.3 por ciento del consumo total de bienes en la economía.
Un ejemplo expuesto aquí por el FMI que establece los diferentes ritmos de reducción de la pobreza en Latinoamérica fue Argentina. Anoop Singh mencionó que en ese país sudamericano, que prácticamente estuvo en bancarrota hace cinco años, la tasa de pobreza total se redujo más de la mitad a 23 por ciento de la población, después de haber alcanzado 49 por ciento del total de los argentinos en 2002.
“Los datos que tenemos son que la pobreza ha disminuido en México, ahora es menor de lo que existió en 2002”, comentó José Fajgenbaum, subdirector del departamento de América Latina del FMI. Agregó que una reducción mayor dependerá “de buenas políticas macroeconómicas y que logre un mejor ritmo de crecimiento, así como el empleo de medidas directas como el programa de Oportunidades”, un mecanismo de transferencia de efectivo a familias pobres, añadió.
Bourguignon, por su parte, habló de que la pobreza en México presenta dimensiones diferentes. En el universo de población que se encuentra en esa condición, dijo, “hay heterogeneidad”, se puede decir, abundó, que hay quienes están en una situación extrema y otros que están cerca de superarla.
“No se puede tratar a todos por igual, para que haya avances en la reducción de la pobreza es necesario que se dimensione en toda su cabalidad el fenómeno, que no sólo afecta al grupo de población sino que tiene implicaciones regionales y urbanas de marginación; hay que ver las causas de origen de la pobreza y sus diferentes expresiones”, añadió.
E insistió en que, además de ver el tema de la pobreza en sí misma, la inequidad es algo que “debe ser corregido” en México.
El vicepresidente del Banco Mundial comentó que los programas de transferencia directa de efectivo, como el Progresa iniciado en el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo y su extensión, el de Oportunidades, mantenido en México desde el sexenio pasado, tienen efecto de largo plazo en la reducción de la pobreza y disminución de la desigualdad. Hacen posible una mejor la educación, obtener capacitación laboral y garantizar condiciones mínimas de salud para que una mayor parte de la población se incorpore al mercado laboral.
Protesta en la cumbre
Afuera unos 200 activistas realizaron una marcha y mitin demandando la cancelación de la deuda internacional y el fin de las políticas neoliberales promovidas por el FMI y el BM, y llevaron a cabo un tribunal popular para enjuiciar a estas dos instituciones por los “crímenes” que sus políticas han cometido contra los pueblos.
Aunque la presencia policiaca masiva, incluidos helicópteros, agentes secretos, retenes y barreras alrededor de las sedes del BM y el FMI dio la impresión de que esta reducida acción de protesta representaba una magna amenaza, los activistas sólo se dedicaron a corear y bailar.
Con una banda de metales y tambores, pancartas de “dale una nalgada al Banco” y “FMI+BM= Pobreza”, los poetas, anarquistas, estudiantes y representantes de ONG, entre algunos disfrazados de Dick Cheney y Condoleezza Rice, se dedicaron a festejar su protesta bajo la vigilancia nerviosa de las autoridades, en un pálido recuerdo de las movilizaciones masivas que se realizaron aquí hace unos años y que obviamente aún recuerda la policía.