Opositores al STRM llaman al abstencionismo
Ante la expectativa de que la próxima semana se realicen las votaciones para aprobar o rechazar el cambio de los estatutos gremiales en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), integrantes de la Red Nacional Telefonista –conformada por quienes se oponen al rumbo que ha tomado la dirigencia de Francisco Hernández Juárez– hicieron un llamado a la abstención, pues de esta forma la cúpula gremial no alcanzará el 66 por ciento de sufragios que requiere para concretar las modificaciones, entre ellas, la relección del secretario general.
En entrevista, Ramón Félix, técnico de centrales de mantenimiento de la sección matriz, señaló que ante la “certeza” de que en las boletas de votación se solicitarán los datos del sufragante, como ocurre en “todos” los procesos del gremio, se planteó no acudir a las urnas. Asimismo, mostró boletas de diversos procesos en las cuales hay un apartado para llenar en el que se deben poner el nombre del votante, número de expediente, departamento, centro de trabajo y sección.
La papelería, en poder de este diario, corresponde a propuestas hechas por la 22 convención extraordinaria para modificar estatutos y cédulas de votación para aceptar o no ofrecimientos de alzas salariales de diversos años. Cabe destacar que la dirigencia del sindicato, a través del vocero de la organización, Eduardo Torres, negó que en las boletas se soliciten dichos datos, excepto en las consultas sobre alza salarial.
Félix precisó que el argumento que esgrime la dirigencia del gremio para solicitar los datos personales es el cumplimiento de un requisito legal. “Dice que es con base en lo establecido en dos artículos de la Ley Federal del Trabajo, el 377 y el 451; el primero se refiere a las condiciones para registrar nuevos estatutos ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el segundo, a las votaciones en caso de huelga”.
Sobre esto, subrayó que en ninguno de esos artículos se establece que deben presentar ante la autoridad laboral las boletas; basta, en el primer caso, con el acta de asamblea, y en el segundo, con la constancia de mayoría.
De acuerdo con el agremiado, la dirigencia recurre a esta “táctica” para controlar las elecciones. “Si el voto fuera secreto, desde hace mucho que Hernández Juárez ya no estaría al frente”, aseguró.
En cuanto a la posposición de la consulta, por dos semanas, el integrante de la red comentó que “la han estado demorando porque quieren tener todo debidamente acreditado, les están dando formalidad porque le quieren imprimir legalidad. Nunca habían tenido tanto cuidado con una reforma, pero ante la inconformidad quieren tener todo muy bien hecho, ello previendo posteriores impugnaciones”.
Torres precisó, en entrevista, que el retraso se debe a que se está imprimiendo un cuadernillo en el que se detalla cada uno de los cambios a los estatutos, documento que se repartirá entre los agremiados. La finalidad es que nadie vote sin tener pleno conocimiento de lo que está aprobando o rechazando.
Félix abundó que entre la disidencia existe temor que la papeleta incluso “venga prellenada con los datos personales para evitar que se eluda contestar esos renglones”.